Por Jorge Alanis Zamorano
En la región sur del estado de Yucatán, acudimos al Primer Encuentro Milpa Maya 2.0, en donde la JIBIOPUUC (Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc), tiene como finalidad otorgar capacitación a productores y productoras, en proyectos productivos bajos en carbono como agricultura de conservación, ganadería silvopastoril, agroforestería y apicultura.
Participaron además el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Green Climate Fund (GCF), Norwegian Ministry of Foreign Affairs, Utopía Consulting Group y, por supuesto, el H. Ayuntamiento de Peto.
Bajo este parámetro, Pedro Isabeles acciona nuevamente su enseñanza “Agricultura de Última Generación” con la que ha demostrado los resultados en una milpa de San Gregorio, perteneciente al municipio de Peto.
Pedro nos habló sobre los resultados obtenidos por los productores locales que aplicaron los procesos de Utopía Consulting Group, en intervención directa en una milpa que ya estaba en crecimiento con prácticamente 60 centímetros de altura.
Se establecieron los protocolos de manejo orgánico que Pedro Isabeles, como consultor, enseña. Es en este punto donde se observan excelentes resultados; nos muestra una planta con 3 mazorcas sin problema alguno. En otro ejercicio anterior, aquí en Yucatán, demostró plantas con hasta 7 mazorcas.
Insumos aplicados
Los insumos se elaboran con los mismos recursos de la naturaleza del lugar. Se extrae mantillo de la selva, se reproduce, hace líquido y se aplica a los cultivos; se prepara también un multimineral alto en ácidos húmicos y fúlvicos que, de igual manera, se aplica tanto en el suelo como en las hojas del cultivo.
Rompiendo mitos, rompiendo costos
Hemos reiterado que es un mito que la milpa no llega a una tonelada y, en este caso, se intervino con cultivos ya crecidos, sin embargo, se puede trabajar antes o durante la siembra; los resultados siempre son mejores.
Con respecto a la mano de obra del productor: Ésta nunca entra en los costos y, ¡claro que lo tienen que incluir!, ya que el trabajo que efectúa en sus milpas, cultivos y parcelas, es un dinero que él está dejando de ganar en otro lado, por lo que, incluyendo los días de trabajo, con una aplicación por semana que realizó el productor, más los insumos, da un costo de 4 a 5 mil pesos por hectárea, aclara Pedro Isabeles.
Los precios de insumos en agricultura convencional se fueron a las nubes, con un incremento de entre el 200% y 300%, por lo que utilizando fertilizantes convencionales en una hectárea se hubieran gastado entre 15 a 18 mil pesos. Hoy, están gastando menos de la tercera parte, porque si el productor elabora sus recursos es un recorte económico: no es lo mismo elaborar tu propio fertilizante a comprarlo.
Se evita la compra de semillas, insecticidas, fungicidas, mientras se aprovecha la hierba; ésta se controla chapeándola y se aplican microorganismos del entorno para que pase a formar parte de la fertilización del cultivo. Las hojas que caen se vuelven composta y se transforman en fertilizante; la idea es copiar los sistemas de la selva y hoy podemos conseguir que ocurra lo mismo en nuestros cultivos.
Sistemas de alta rentabilidad
Con el estimado que calculan y el precio actual, en maíz aproximadamente de 10 pesos por kilo, aquí se obtienen 4 toneladas, que representa al menos 40 mil pesos que ganarán, y con 4 a 5 mil pesos de costo, se obtiene una rentabilidad altísima. Así, se busca que el productor tenga más dinero en su bolsillo.
Cabe mencionar que, durante la demostración, los mismos productores junto con Pedro Isabeles, realizaron el cálculo: Se midieron 10 metros lineales en donde los agricultores contaron 36 mazorcas y también cada mazorca en promedio. Esa milpa arrojó 120 gramos de maíz y, a partir de 100 metros se estiman 3600 mazorcas, así que dentro de una hectárea el estimado resultante es de 36 mil mazorcas. En total se considera que se pueden obtener 4.2 toneladas por hectárea en una milpa. Interesante, ¿no?
La respuesta de los productores
Es satisfactorio ver cómo muchos de los productores saben fabricar sus fertilizantes, aunque muchos no cuenten con un grado de estudios: Hemos simplificado los procesos a tal punto que cualquiera puede elaborar sus fertilizantes. Y al ser orgánicos, además de que solo se usan ingredientes naturales, nunca se pone en riesgo la vida del productor. Estamos produciendo alimentos de alta calidad con mayor sabor, olor y nutrientes, finalizó Pedro Isabeles de Utopía Consulting Group.
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