El bacalao es un platillo tradicional en las mesas de familias mexicanas, pero es un producto importado, caro y escaso, por lo que muchas veces es sustituido por producto más barato, pero vendido al mismo precio
Ciudad de México, 26 de diciembre, 2022.- Durante la temporada decembrina una de cada tres veces cuando nos venden bacalao, en la Ciudad de México, nos dan otra especie, muchas veces de menor precio, especies amenazadas o en peligro de extinción. Esto afecta el bolsillo de los consumidores y la salud de los mares. De acuerdo con el informe GatoXLiebre, publicado por Oceana, el 31.5 por ciento del bacalao comprado en pescaderías, restaurantes y supermercados es otra especie.
El bacalao es un platillo tradicional en las mesas de familias mexicanas, pero es un producto importado, caro y escaso, por lo que muchas veces es sustituido por producto más barato, pero vendido al mismo precio. En ocasiones también es sustituido por especies en peligro. Para evitar que nos engañen y suframos afectaciones al bolsillo es necesario que se apruebe la Norma de Trazabilidad. Por ello, Oceana, la mayor organización mundial enfocada exclusivamente a la protección de mares, impulsa que la gente firme la petición para acabar con la pesca ilegal.
Mariana Aziz, directora de Transparencia de Oceana, destacó: “En pescaderías, el porcentaje de sustitución alcanza el 55 por ciento, es decir, una de cada dos veces cuando se vende bacalao, se trata de una especie diferente. En ocasiones, se comercializa tiburón martillo, una especie en peligro, como si fuera bacalao. De esta forma, los consumidores, sin siquiera saberlo, compramos especies de gran importancia para los ecosistemas marinos y que están en peligro. Otras veces, se hace pasar tiburón toro o tiburón puntas negras (especies amenazadas) como bacalao.”
En ocasiones se vende tilapia como bacalao, una especie de acuicultura cuyo valor es hasta cinco veces menor que el precio del bacalao. Esta práctica afecta los bolsillos de las personas que consumen pescados, al pagar altos precios por especies de menor valor comercial.
Sin una Norma de Trazabilidad de pescados y mariscos no podemos estar seguros de que la especie que nos ofrecen es realmente la que anuncian, se abre la puerta a la pesca ilegal y se pone a las comunidades nacionales de pescadores en desventaja frente a pescado extranjero, muchas veces chino. Si Octavio Almada, comisionado nacional de Acuacultura y Pesca aprueba la Norma de Trazabilidad, los consumidores finalmente podremos tomar decisiones de compra informadas y responsables, sin contribuir involuntariamente a la extinción de especies en peligro.
De lo contrario, esta Navidad, mucho habremos comprado especies de mucho menor valor comercial como tilapia, y habremos pagado hasta cinco veces más de su valor, al creer que se trata de bacalao.
Con información de Agro 2000