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»Estafa maestra» de la Sagarpa con proyectos de chile habanero

Por Hernán Casares Cámara

Empresas y familiares de César Francisco Irazoqui Galaviz recibieron más de 25 millones de pesos de subsidios de la Sagarpa (hoy Sader) y de otras dependencias entre 2015 y 2016 para financiar proyectos de extracción de capsaicina del chile habanero que, al parecer, nunca se hicieron.

Esta sustancia se usa en la industria farmacéutica, en la elaboración de productos de protección y en pinturas anticorrosivas.

Los $25 millones entregados a Irazoqui Galaviz son solo una parte de los más de $100 millones que el empresario sinaloense avecindado en Yucatán obtuvo del gobierno federal vía subsidios y que éste habría usado en su provecho.

El desvío de estos fondos públicos formaría parte de la llamada “estafa maestra” de la Sagarpa, una operación realizada presuntamente en los últimos dos años del sexenio de Enrique Peña Nieto por parte de funcionarios de la Sagarpa en Ciudad de México y empresarios de distintas partes del país, que les permitió malversar cientos de millones de pesos de fondos públicos.

Contexto de esta «estafa maestra»

Como informamos, Irazoqui Galaviz orquestó este desvío con la constitución, junto con su hijo Felipe Francisco Irazoqui Farah, de la empresa Agricultura Abierta y Protegida de la Península S.A. de C.V. (AAPP) el 13 de marzo de 2015.

Esta compañía recibió $15 millones de recursos federales por parte de la Sagarpa, en 2016, para la ejecución del proyecto “Deshidratado de chile habanero a baja temperatura controlada, que permita conservar el contenido total de capsaicina disponible para fines industriales a grandes escalas”.

Irazoqui Farah, siendo socio de AAPP, recibió ese mismo año de esa dependencia, a título personal, un subsidio de un millón 800 mil pesos del programa de Apoyo a la Agricultura, Componente Producción Integral, para cultivar chile habanero en invernaderos.

Empresas

Un año antes, en febrero de 2015, otra de las empresas de Irazoqui Galaviz, Agroindustrial Irazoqui, S.P.R. de R.I., registrada en Sinaloa, había aparecido en la lista de beneficiarios del Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación, del Conacyt, con un apoyo federal por ocho millones 447 mil 100 pesos.

Ese dinero serviría aparentemente para impulsar un proyecto parecido al de AAPP: “Obtención piloto de extractos ricos en capsaicinoides del genero Capsicum sp, considerando su grado de pungencia o su posición en la escala Scoville, mediante la tecnología de extracción con fluidos en estado supercrítico, usando CO2 como fluido para lograr un alto grado de pureza necesario para su uso en el sector farmacéutico”.

En total, las empresas de Irazoqui Galaviz y su hijo recibieron 25 millones 447 mil pesos por ese concepto.

Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, no dispone de información oficial sobre el destino de los apoyos entregados a Irazoqui Farah, pero hay indicios de que ese dinero sirvió para abrir invernaderos de chile habanero en el mismo terreno donde se dijo que funcionaría AAPP, en la carretera Hoctún-Tahmek.

En cuanto a los apoyos del Conacyt tampoco se tienen datos, aunque los recursos de la Sagarpa destinados a Agroindustrial Irazoqui —$20 millones por lo menos— fueron malversados, como publicaremos en próximas entregas.

No cumplió

En relación con el proyecto de AAPP para extraer capsaicina, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) comprobó, mediante la visita domiciliaria realizada, que esa compañía no cumplió con la ejecución del proyecto citado, toda vez que se evidenció que no desarrolló esa investigación sobre la capsaicina, “por no contar con los recursos humanos, materiales y técnicos para hacerlo”.

La empresa tampoco desarrolló un área de deshidratación del chile habanero, como se prevía, ya que los auditores de la ASF que estuvieron en el lugar en 2017 solo observaron una seleccionadora de chile, “la cual era utilizada para una función distinta al objeto del proyecto”.

El horno donde se llevaría el proceso de deshidratación del chile “no se localizó dentro del lugar donde supuestamente se desarrolló el proyecto”.

Respecto a la maquinaria y equipo, los responsables de la empresa señalaron que se trataba de un equipo seleccionador, aunque se comprobó que éste se empleaba para fines distintos.

“Dispersor”

De acuerdo con el informe de la ASF, esta empresa recibió los subsidios de la Sagarpa mediante la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce A.C. (Cofupro), que actuó como “dispersor” de los recursos y encargada de su correcta ejecución.

Según la ASF, este organismo, que agrupa a las Fundaciones Produce de todos los estados, entregó las distintas ministraciones del subsidio a la empresa, sin que ésta pudiera comprobar los avances establecidos en el proyecto.

La compañía AAPP tampoco firmó el acta de finiquito y, no obstante, la Cofupro no inició los procedimientos necesarios para salvaguardar los recursos públicos federales que se le otorgaron a esa empresa.

Por este motivo, la Auditoría Superior presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República el 20 de febrero de 2020, por lo que esta dependencia abrió una carpeta de investigación.

Ésta se encuentra actualmente en su etapa de integración (CONTINUARÁ)

.-Con información de Diario de Yucatán

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