Desempleo, migración y pobreza
Por Carlos Velasco
El titular de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, lamentó que en nuestra entidad la producción de henequén se encuentre atorada en 27 mil toneladas, además de que los jornaleros se encuentren en estado de emergencia desde 1993, orillados a vender sus tierras, quedando fuera de cualquier programa de la federación y provocando la migración de campesinos hacia las grandes ciudades, a la Riviera Maya, o incluso a los Estados Unidos.
La superficie correspondiente al cultivo del henequén actualmente alcanza las 15 mil hectáreas distribuidas en 16 municipios, en los que participan entre 3 mil y 6 mil campesinos, además de 11 empresas privadas que le otorgan un pago de 14.50 pesos por kilo a los productores de la fibra. Un costo que representa más del doble de lo que cotizaba en 2013.
El Secretario General de la UNTA señaló que en 1961 la producción henequenera alcanzó casi 140 mil toneladas de fibra, mientras que en 1993 apenas rebasó las 27 mil: El legendario oro verde se fue extinguiendo y nadie pudo evitarlo. Es urgente que tanto el gobierno estatal como el federal contribuyan a fomentar este sector para evitar su desaparición, agregó.
Por otra parte, el dirigente estatal de la UNTA, Guillermo Cauich, destacó que hoy la planta se cultiva en 15 países y México es el segundo productor, generando únicamente el 7% de la fibra mundial, mientras que en Brasil se produce el 54%: Hemos exigido a las autoridades en turno que se reactive la industria debido a que el mercado nacional y mundial está regresando a los hilos naturales, y esto nos puede ayudar a mover la economía, expuso.
De igual forma, precisó que en los últimos 8 años la superficie de henequén pasó de 12 mil hectáreas a 20 mil hectáreas, y la producción de la fibra superó las 27 mil toneladas en el mismo periodo, con un valor de más de 241 millones de pesos.
Asimismo, Guillermo Cauich explicó que el jugo del henequén se puede utilizar para producir etanol y tequila, mientras que con la fibra, además de los hilos se elaboran pastas de papel, sacos, tapetes, zapatos, alfombras, hamacas, y en su proceso de producción se puede utilizar hasta como alimento para ganado.
El dirigente estatal mostró que la demanda de la fibra natural está creciendo, por lo que es necesario que las autoridades realicen políticas públicas relacionadas con el sector que promuevan la inversión de empresas privadas: El reto es generar fuentes de empleo y activar la economía rural, también se tiene que mejorar la red carretera, además de los apoyos y créditos accesibles para adquirir herramientas de trabajo y camiones de carga para transporte de hojas, plantas desfribriladoras, sin olvidar la parte de construir caminos rurales y saca-cosechas, añadió.
Ante este panorama, Guillermo Cauich finalizó lamentando que el henequén no se encuentre en los planes de la federación, ni siquiera en el programa Sembrando Vida, pues sería un empuje para hacer activar las tierras de los ejidos, así como impulsar la economía de las comunidades henequeneras en Yucatán.