Por Jorge Alanis Zamorano
Aquella frase de “el agua es vida” se queda corta en el sector agropecuario. Tener acceso al agua representa mucho más que animales sanos y huertos frescos, representa esperanza.
Llegamos hasta Dzonot Tigre, una pequeña comunidad del municipio de Tizimín, para ver de cerca el trabajo que se está haciendo con los apoyos para la creación de pozos destinados a la producción agropecuaria.
Fuimos hasta el Rancho San Francisco para platicar con Don Damián Cam, dedicado principalmente a la producción ganadera, quien nos platica que después de este apoyo se le abren todas las posibilidades para hacer más cosas de las que hacían tradicionalmente y así, ampliar su oferta productiva y de negocio.
Tengo mi propio pozo hecho de tierra, pero ya se me complicaba trabajar con él debido a que está muy lejos y el camino es muy complicado, además del riesgo de caer adentro, por eso empecé a juntar mi dinero desde hace tiempo y ahora, sumado al apoyo que están dando, pude hacerme de un pozo mejor ubicado y bien acondicionado, por lo que hacer mi trabajo es más fácil, comenta Don Damián para Rural MX.
Don Damián cuenta que él aportó $10,800 pesos para este proyecto, y el resto fue por parte del Gobierno Estatal (un pozo tiene un valor aproximado de 60 mil pesos).
Anteriormente, en el otro tenía que sacar el agua en cubetas y daba como veinte vueltas para llenar el depósito de donde toma el ganado, un estanque de 400 litros, pero ahora todo eso es mucho más rápido y sin los peligros que antes habían, subraya.
Asimismo, Don Damián comenta que valora la posibilidad de tener bombas y paneles solares, de manera que le permita facilitar aún más su trabajo: Estamos viendo nuestras finanzas para hacer estas mejoras técnicas y ampliar nuestra producción.
En lo personal –continúa- me gusta que podamos pagar una parte porque así le echamos más ganas; en cambio, cuando es regalado, a veces la gente se lo gasta, o no trabaja tanto en el proyecto, yo creo que hay que aprender a valorar el esfuerzo de uno y enseñarles eso también a los hijos.
Con este nuevo pozo, don Damián comenta que se abre la oportunidad de producir más cosas, como calabacitas, elote, tomate, entre otros.
Yo tengo 66 años y estoy aquí prácticamente desde que llegué al mundo; nací en Tizimín y de ahí mis papás me trajeron hacia acá. Recuerdo que cuando era niño todavía se podían ver algunos jaguares que dormían encima de las piedras de los cenotes, en donde hoy se mete a nadar la gente, recuerda Don Damián, haciendo alusión al por qué este lugar es conocido como “El pueblo del Tigre”.
Para finalizar, nuestro entrevistado comenta que con este nuevo pozo ahora incluso podrán sembrar cosas para comer, como plátanos o yuca: ¡Y hasta tener más animales! Gallinas, borregos… en fin, este proyecto nos ha ayudado mucho y nos permitirá hacer más negocios.
