Algunas de las marcas de consumo más importantes del mundo advirtieron sobre el rápido aumento de los costos de los insumos, los cuales trasladan a los clientes en un intento de proteger sus utilidades a medida que la creciente inflación aumenta los gastos de los hogares.
Los ejecutivos afirmaron que los consumidores estadunidenses, animados por el aumento de los salarios y los ahorros, han estado dispuestos a gastar más.
Compañías como PepsiCo, McDonald’s y el fabricante de cereales para el desayuno Kellogg señalaron el impacto del aumento de los costos de la mano de obra, del transporte y de las materias primas, así como la disrupción de la pandemia en las cadenas de suministro y en la mano de obra, durante la última temporada de resultados corporativos.
“Las empresas estadunidenses consiguieron algo que nunca antes habían logrado, que es agrupar cuatro años de aumentos de precios en uno solo”, dijo David Rosenberg, economista jefe y estratega de Rosenberg Research.
Las nuevas presiones sobre los precios se producen cuando la inflación aumenta rápido. A principios de este año, el índice de precios al consumidor de Estados Unidos registró su mayor alza desde 1982.
La escalada de los precios empujó la confianza de los consumidores a su nivel más bajo en más de una década. Casi la mitad de los consumidores encuestados por la Universidad de Michigan esperan un descenso de sus ingresos ajustados a la inflación durante 2022.
Los cambios en los costos contribuyen a explicar por qué se estima que las firmas de primer nivel del índice bursátil S&P 500 registren unos márgenes de utilidad neta de 12.7 por ciento para 2022, en comparación con un promedio de cinco años de 10.5 por ciento, según el proveedor de datos FactSet.
McDonald’s elevó 6 por ciento los precios de sus menús en 2021 y la cadena de hamburguesas predijo que sus costos de comida, papel y otras materias primas subirán el doble este año.
La compañía de bebidas y botanas PepsiCo espera más aumentos de precios en 2022 después de encontrarse con mayores costos de aceite de cocina, materiales de embalaje y otras materias primas.
Para Kellogg, los incrementos de precios tuvieron un impacto menor de lo habitual en la demanda, pero su director ejecutivo, Steven Cahillane, pronostica que eso cambie. “Obvio, la inflación sigue haciendo estragos”, dijo durante una teleconferencia el jueves.
Dan Suzuki, director de inversiones adjunto de Richard Bernstein Advisors, dijo que, si bien es más fácil para las compañías dominantes trasladar los aumentos de precios, “el gran motor es el estado del balance financiero de los consumidores y el colchón financiero que tienen, y eso le dio a las empresas una tremenda cantidad de poder en la fijación de precios”.
Boot Barn, cuyas tiendas venden botas de vaquero, sombreros y otras prendas de vestir, dijo que iba aumentando los precios de los productos a medida que los vendedores subían los suyos.
Under Armour, la marca de ropa deportiva, reportó el viernes de un margen de utilidad bruta récord de 50.3 por ciento en 2021, pero indicó que este trimestre va a bajar en parte debido a “los mayores gastos de transporte que se tienen como resultado de los continuos desafíos del covid-19 en la cadena de suministro”.
El aumento de los precios complicó la agenda económica del presidente Joe Biden. Su administración intenta atribuir parte de la culpa a las industrias que, según los funcionarios del gobierno, están muy concentradas, en particular los empacadores de carne.
Tyson Foods —el mayor productor de carne de EU— señaló que sus precios de la carne de res aumentaron 32 por ciento año con año en el último trimestre, mientras que el pollo subió 20 por ciento.
El aumento de precios golpea más duro a los más pobres. El presidente de la Reserva Federal de EU, Jerome Powell, dijo el mes pasado que “la alta inflación pasa factura” en aquellos que tienen dificultades para pagar lo esencial.
Pero los rápidos aumentos salariales, la apreciación del valor de la vivienda y las ganancias del mercado bursátil de EU fortalecieron los balances de los hogares y “los consumidores tienen un amplio margen para prepararse para el aumento de los precios”, dijo Patrick Palfrey, estratega senior de valores de Credit Suisse.
Las compañías del otro lado del Atlántico también reconocieron los efectos de la persistente alta inflación en sus recientes informes de resultados. El grupo de consumo Unilever espera que la mayor inflación de costos en décadas afecte la rentabilidad durante dos años.
L’Oréal, el fabricante de cosméticos más grande del mundo, anticipa que los retos de la cadena de suministro y las presiones inflacionarias provocadas por la pandemia se desvanecerán a partir de mediados de año.
Mientras que muchas grandes compañías lograron trasladar con éxito los aumentos de precios a los consumidores, hay indicios de que algunas empresas más pequeñas tienen dificultades.
Cooper-Standard Automotive, distribuidor de componentes automotrices, advirtió el año pasado no pudo compensar el impacto de la inflación. Su bono de 400 mdd con vencimiento en 2026 se desplomó de más de 95 centavos por dólar en julio de 2021 a 75 centavos por dólar este mes, antes de los resultados que se tienen programados para la próxima semana.
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Fuente: Financial Times.