Vinculan la pesca furtiva, piratería y el robo “hormiga”.
PROGRESO, Yucatán. Armadores, patrones de barcos y dirigentes de cooperativistas expresaron que en la actividad pesquera hay un círculo vicioso: por un lado, está la pesca furtiva, que aumentó en los últimos dos años y en ello tienen mucho que ver los compradores, que son los que financian la ilícita actividad, y, por otro lado, está la piratería en alta mar, el robo de producto a las embarcaciones.
Pero también está el caso de los barcos que cuando hay buena pesca, sobre todo en la temporada de pulpo, no arriban con su cargamento completo en los muelles, sino descargan una parte frente a los puertos; hay informes de que durante la pulpeada los barcos que trabajan por el oriente de Yucatán venden pulpo en los puertos de San Felipe y Río Lagartos.
En su reunión del martes 29 de junio, representantes del sector pesquero denunciaron la pesca furtiva, robos de equipos marinos, asaltos en alta mar, escándalos en los muelles y pasividad de las autoridades para actuar, y dieron un ultimátum a los gobiernos federal y estatal: ponen alto a esos problemas o la semana próxima (por esta que comienza) bloquean los puertos de abrigo y protestan en las Capitanías de los puertos de la entidad.
Ahí, un dirigente de una cooperativa dijo que un caso que no ha sido tomado en cuenta es que mientras haya comprador habrá pescadores de especies en veda.
“Así que además de combatir a los pescadores furtivos que operan todo el año, también se debe castigar a los compradores de pulpo, langosta y otras especies que lo hacen durante el período que están vedadas, pues si no hay quien compre el producto, no habrá quien lo capture”, expuso el directivo.
Tanto las autoridades pesqueras como los dirigentes pesqueros han afirmado que se sabe quienes son los comerciantes y empresarios que compran el producto que se captura de manera furtiva, pero no los identifican.
Han afirmado que los compradores están plenamente identificados, pero no pueden revelar los nombres porque están bajo investigación. Sin embargo, dirigentes pesqueros señalaron que aún no hay respuesta a sus quejas.
La Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (Sepasy) indicó que saben del problema que denuncia el sector pesquero, les dan la razón, saben quienes son los empresarios y comerciantes que compran pulpo y otras especies que están en veda.
Ante las quejas, la Sepasy dijo que la dependencia autorizada para inspeccionar barcos y congeladoras es la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca).
No obstante, la Conapesca no ha hecho comentario alguno sobre las quejas del sector pesquero.
Tampoco se ha reunido el Consejo Estatal de Seguridad, como pidió José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras de Centro y Poniente de Yucatán, el 30 de junio, cuando además dijo que los problemas de la pesca en esta entidad son un tema de seguridad nacional.
El sector pesquero y las mismas autoridades pesqueras señalaron que los pescadores furtivos salen de Celestún y Dzilam de Bravo.
Patrones de barcos afirmaron que pescadores furtivos en lanchas modificadas, que ellos llaman “realzadas”, zarpan de Celestún, navegan hasta la zona de El Cuyo y Holbox, y luego se trasladan a Río Lagartos, donde descargan y venden el producto capturado de manera furtiva.
Matrícula de Tabasco
El sector pesquero y las mismas autoridades pesqueras han denunciado que los barcos “Sanate” y Xoch”, de matrícula de Frontera, Tabasco, son los que avituallan a las lanchas operadas por pescadores foráneos.
Bajan capturas ilegales
Esas embarcaciones también son usadas para trasladar el producto a puerto, afirmó Javier León López, patrón de barco.
Desalojo en Yucalpetén
A los pescadores foráneos los acusan de causar escándalos en los muelles pesqueros de Yucalpetén, ese es uno de los motivos por el que armadores y patrones de barcos pidieron a las autoridades marítimas, navales y pesqueras que saquen las embarcaciones foráneas y que éstas regresen a sus puertos bases de otros estados.
GABINO TZEC VALLE. DIARIO DE YUCATÁN.