Investigadores descubrieron sumideros con las condiciones adecuadas para la producción.
Científicos han logrado identificar los lugares que los mayas usaron en el norte de Yucatán para brindar la combinación perfecta de humedad, calma y sombra requerida por los árboles de cacao.
Los mayas consideraban que los granos de cacao eran un regalo de los dioses e incluso los usaban como moneda debido a su valor. Su producción fue cuidadosamente controlada por los líderes mayas del norte de Yucatán, y los árboles de cacao solo crecían en arboledas sagradas. Pero ningún investigador moderno ha sido capaz de identificar dónde se ubicaron estos antiguos bosques sagrados, hasta ahora.
Si bien el clima más seco de la península de Yucatán es inhóspito para el crecimiento del cacao, un equipo de la Universidad de Brigham Young se dio cuenta de que la gran variedad de sumideros comunes en la península tienen microclimas con las condiciones adecuadas.
Como se detalla en un estudio recientemente publicado en el Journal of Archaeological Science Reports, el equipo realizó análisis de suelo en once de esos sumideros y descubrió que el suelo de nueve de ellos contenía evidencia de teobromina y cafeína, biomarcadores combinados exclusivos del cacao. Los arqueólogos también encontraron evidencia de antiguos rituales ceremoniales, como rampas de escaleras para procesiones, tallas de piedra, altares y ofrendas como jade y cerámica (incluidas pequeñas vainas de cacao de cerámica), en varios sumideros.
“Buscamos teobromina durante varios años y encontramos cacao en algunos lugares que no esperábamos”, dijo en un comunicado el profesor emérito Richard Terry. “También nos sorprendió ver los artefactos ceremoniales. Mis alumnos descendieron en rappel a uno de estos sumideros y dijeron: ‘¡Guau! ¡Aquí hay una estructura!’ Era una escalera que llenaba un tercio del sumidero con piedra”.
Para extraer y analizar el suelo del sumidero en busca de biomarcadores de cacao, específicamente teobromina y cafeína, el equipo desarrolló un nuevo método de extracción del suelo. Esto implicó secar las muestras de suelo y pasarlas por un tamiz, cubrirlas con agua caliente, centrifugarlas y pasarlas por discos de extracción, y analizar los extractos por espectrometría de masas. Para aumentar la sensibilidad de sus pruebas, el equipo de investigación comparó los resultados de las muestras de suelo con siete muestras de control sin antecedentes de exposición a los biomarcadores.
Los hallazgos indican que las arboledas de cacao jugaron un papel importante en los antiguos rituales y las rutas comerciales de los antiguos mayas, impactando la totalidad de la economía mesoamericana. Una “carretera” maya de 100 kilómetros en el área que era la arteria principal para el comercio pasa cerca de cientos de sumideros, por lo que es probable que los líderes que encargaron el desarrollo de la carretera también controlaran la producción de cacao. La evidencia del cultivo de cacao junto con los hallazgos arqueológicos también respalda la idea de que el cacao fue importante en el movimiento ideológico de un dios del maíz a un dios del sol.
En un sumidero cerca de Coba, México, un pueblo a 45 minutos de la actual Tulum, el equipo de investigación encontró el brazo y el brazalete de una figurilla unida a un frasco de incienso y varias vainas de cacao modeladas en cerámica. También encontraron árboles de cacao remanentes que crecían allí, lo que hace muy posible que este sumidero, llamado “Dzadz Ion”, fuera la ubicación de un bosque sagrado de cacao durante el período Posclásico Tardío (alrededor de 1000 a 1400 d.C.).
“Ahora tenemos estos vínculos entre las estructuras religiosas y los cultivos religiosos que crecen en estos sumideros”, dijo Terry. “Saber que los granos de cacao se usaban como moneda significa que los sumideros eran un lugar donde se podía cultivar y controlar el dinero. Esta nueva comprensión crea una rica narrativa histórica de un paisaje maya altamente cargado de valor económico, político y espiritual”.
Fuente: Europa Press