Mediante la iniciativa Cultivos para México y el acompañamiento de los bienes y servicios públicos se instalaron plataformas en las que se evalúan y promueven prácticas como la agricultura de conservación, labranza cero, conservación de residuos agrícolas en superficie y rotaciones de maíz y frijol de mata
Ciudad de México, 11 de octubre de 2022.— Con el objetivo de mejorar los sistemas agroalimentarios, garantizar la producción sostenible de alimentos y respetar los recursos naturales, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) promueven prácticas agrícolas que mejor se adapten a las zonas tropicales húmeda y seca del sureste del país, al optimizar el uso de insumos externos y mejorar los suelos vivos.
Mediante la iniciativa Cultivos para México, el Cimmyt y la industria, de la mano de los bienes y servicios públicos —como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y los servicios Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y la academia, con el Colegio de Postgraduados (Colpos) y la Universidad Autónoma Chapingo (UACh)—, instalaron plataformas en las que se evalúan y promueven prácticas como la agricultura de conservación, labranza cero, conservación de residuos agrícolas en superficie y rotaciones de maíz y frijol de mata.
En esta dinámica también se activó la plataforma de la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sostenible (Enasas), que tiene como objetivo desarrollar una agricultura regenerativa, de conservación y sustentable que garantice la producción de alimentos a costos asequibles para la población.
La Sader y el Cimmyt expusieron que las zonas del trópico húmedo y también seco de México se enfrentan a una geografía accidentada, de manera que la agricultura se realiza en áreas de ladera muy susceptibles a la erosión y de difícil acceso para la maquinaria agrícola.
También, abundaron, se registra sobreexplotación de acuíferos y vulnerabilidad ante fenómenos extremos derivados del cambio climático, por lo que es necesario impulsar el potencial productivo y de mercado de aquellos cultivos que mejor se adapten a las zonas tropicales húmedas, subhúmedas y secas de México.
Por ejemplo, señalaron, en la región de San Andrés Tuxtla, Veracruz, se instaló una plataforma dedicada a evaluar el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), que permite un uso óptimo del suelo en tiempo y espacio en terrenos de ladera del trópico húmedo.
Esta práctica está sustentada en los conocimientos de los pueblos originarios, fue estructurada por expertos del INIFAP y optimizada por productores vinculados a Cultivos para México, mediante un proceso de integración de ciencia y conocimiento empírico tradicional.
En esta plataforma también se investiga el tema de bajos rendimientos por sequía, alternativas a la labranza convencional de la zona, uso de trampas con feromonas para control del gusano cogollero y se lleva a cabo un experimento de cinco años que determinará la eficiencia relativa de la tierra en la región, mientras que el recurso suelo, mediante proceso de recarbonización, garantiza la producción de alimentos asequibles a la población, al tiempo que genera plusvalía para las familias poseedoras de la tenencia de su tierra.
La Sader y el Cimmyt expusieron que los conocimientos generados en esta plataforma han contribuido a que los productores locales optimicen sus recursos y obtengan mejoras en la productividad y sus costos asociados en granos básicos y frutales.
La expectativa de los agricultores participantes es que en la próxima cosecha, la calidad del fruto sea mejor, en calidad y costos, y cuenten con un mejor desarrollo territorial para sus regiones productoras y bienestar para sus familias, mientras contribuyen a las metas de autosuficiencia alimentaria del país y al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic).
Fotografías: Agricultura Prensa