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La actividad milpera de Yucatán en riesgo

Consideran que apoyos alientan la pereza campesina

VALLADOLID – La producción agrícola, sobre todo el cultivo de milpas está por desaparecer en esta zona, debido a que la mayoría de los campesinos se dedica a otras actividades o a no hacer nada, con lo que los apoyos que reciben del gobierno federal pone el riesgo esa actividad ancestral ya que ahora prefieren esperar que lleguen sus apoyos sin hacer nada.

En su oportunidad se ha reportado que son pocos los campesinos que se dedican a la milpa tradicional en la actualidad, pero lo que llama la atención es que la mayoría de los hombres del campo recibe dos tipos de apoyos oficiales, “Bienestar para el campo” y “Sembrando Vida”, por lo que disponen de una buena cantidad de dinero cada dos meses

Petronilo Couoh Chan, campesino de Popolá, explica ampliamente lo que pasa en el campo: al menos en su comunidad afirma que la actividad en el campo está a punto de desaparecer y que es posible que pase algo similar en varias comunidades, no solo de la región, sino de otros puntos del estado y del país.

El hombre detalla que en su pueblo, hasta antes de iniciarse la actual administración federal, 450 campesinos hacían su milpa de manera tradicional, pero conforme ha transcurrido el sexenio, ahora solo ha podido contabilizar que son 18 los que siguen trabajando, entre ellos él y sus tres hermanos, que cultivan la tierra en su “ranchito”.

Comentó que un gran número de campesinos de su comunidad no hacen nada, despiertan todos los días, y se van al parque a perder su tiempo o se la pasan acostados de ociosos, otros se dedican a embriagarse porque tienen dinero de lo que reciben de apoyos.

Otro sector de los campesinos viaja a esta ciudad todos los días en busca de trabajo de albañil u otro oficio, otros se van a Cancún o la Riviera Maya para trabajar en la industria de la construcción, pero lo que menos hacen es la actividad en el campo.

“Hay quienes dicen que el campo no deja ganancias, claro, porque no lo trabajan, pues el que se dedica a trabajar, seguro que le va bien» como es su caso particular que ha diversificado sus 35 hectáreas con las que cuenta en su pequeño rancho.

El campo te da todo para sobrevivir si aprendes a trabajar, dice, y asegura que en sus terrenos tiene sembrado cedro, ramón y otras plantas madereras que a lo largo de muchos años ha cosechado, vendido y reforestado, pero además cuenta con un espacio donde tiene calabaza, lek, frijol, lentejas, jícara, entre otras cosas que vende en el mercado de esta ciudad, incluso lleva a varios municipios de Quintana Roo.

Recordó que hace unos días el gobierno federal hizo entrega de bultos de fertilizantes a campesinos, en el caso de Popolá, a varios de ellos les dieron, pero lo vendieron a precio mucho más bajo a los que sí se dedican a la siembra de maíz, lo cual consideró grave porque no hay ninguna autoridad que vigile o verifique si realmente hacen su milpa o no.

En su caso personal dijo que no cuenta con ningún tipo de apoyo oficial, al parecer porque no es político y no se presta al “acarreo” como muchos de sus paisanos que les gusta acudir a aplaudir a los políticos para que les sigan dando sus apoyos, sus tortas y sus jugos por los políticos.

Su caso, dice, es diferente, ya que está dedicado a trabajar con su familia, quizá por esa razón se han negado a incluirlo en los programas oficiales.

Dice que en el patio de su casa su esposa e hijas se dedican a cultivar algunas hortalizas, incluso cilantro y epazote, entre otros productos que trae a esta ciudad a vender, con lo cual ha vivido y le da de comer a su familia, incluso ha crecido a sus hijos, por lo tanto el campo “sí te da para comer, pero hay que trabajar”.— Con información de Diario de Yucatán

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