Los tres días de aguaceros que se registraron recientemente en esta región, fueron suficiente para que algunos hombres de campo que aún practican la siembra de temporal inicien con sus labores para depositar las semillas en la tierra, con la esperanza de que las precipitaciones continúen y logren sus cosechas.
Uno de ellos es Manuel Pool, de la población de Sucilá (Tizimín), quien cada año comparte imágenes desde que inicia con el proceso de preparación de la tierra bajo el sistema de “roza, tumba, pica” hasta que obtiene el fruto de su trabajo.
En esta ocasión se aventuró a practicar el “tikin muuk”, que significa sembrar aun con la tierra seca, para que, con las primeras lluvias, las semillas germinen y, de acuerdo con una publicación que hizo, fue bendecido por el dios Chaac, pues luego de un par de días, las lluvias llegaron.
El agricultor considera ser un afortunado, porque cada año logra lo que siembra, maíz, calabaza, de la que obtienen las pepitas para vender, y aunque no es fácil lidiar con algunos animales que le destruyen sus plantaciones, siempre agradece lo que obtiene.
En la actualidad, son pocos los campesinos que aún practican este sistema de siembra de maíz y otros cultivos en el que no se emplea el riego y las plantas crecen con las lluvias que brinda esta temporada.
La mayoría ha abandonado esta actividad por los altos costos para la limpieza del espacio que destinen para la milpa y el consiguiente riesgo de que las lluvias se ausenten y no logren nada de cosecha de lo que cultiven.
Además de esos riesgos constantes, se le suma la de la presencia de aves y otros animales que se alimentan de lo que logren producir, principalmente los tejones y jabalíes que buscan su sustento alimenticio en las milpas, según opinan los conocedores.
Incluso el bajo rendimiento y al no ser costeable una milpa tradicional, los hombres de campo han optado por incluir en el programa federal “Producción para el Bienestar” (antes Procampo) otros mecanismos como la siembra de árboles maderables o frutales e incluso la apicultura.
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-Con información del Diario de Yucatán.
