Las lluvias torrenciales registradas en el sur de Quintana Roo provocaron daños en cultivos de caña de azúcar y de acuerdo con el análisis preliminar de las organizaciones alcanzaría las tres mil hectáreas de caña “tempranera”.
Benjamín Gutiérrez Reyes, presidente de la Asociación Local de Productores de Caña, explicó que por lo encharcado de los caminos saca cosechas, es difícil concluir con una evaluación inmediata, pero ya se estableció comunicación con representantes de la aseguradora a fin de que se realice una evaluación oficial.
Refirió que esta situación podría causar problemas en el estimado de producción para la zafra 2021-2022, donde se estima una cosecha de dos millones de toneladas, además que, si la planta muere en que se quebró, la zafra tendría que retrasarse hasta que haya cañas en condiciones de corte.
Lo anterior, porque la caña afectada corresponde a la que se va a cosechar en diciembre, enero y febrero y representan al menos unas 200 mil toneladas.
“Explicado de manera técnica los vientos están asociados con el régimen de las lluvias e indirectamente afectan el ciclo de vida de los cultivos. Pero el viento asume importancia agroclimática cuando se lo considera a microescala, porque limita la distribución espacial del cultivo y tiene influencia directa sobre su crecimiento y desarrollo”.
La lluvia no fue el único problema, sino también los vientos que pueden causar daño mecánico, principalmente cuando el cultivo se encuentra en pleno desarrollo.
El volcamiento se presenta con ráfagas de viento superiores a 60 km/h y acompañadas de tormentas eléctricas, tal y como ocurrió en los últimos días.
“Afortunadamente actualmente hay 28 mil hectáreas de caña aseguradas con la aseguradora Tláloc, con quien se tendrá que realizar la evaluación de los daños y su respectivo pago, dependiendo si la pérdida es parcial o total”.
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Fuente: Novedades Quintana Roo.