Con la sanidad ganadera en juego, el Gobierno Federal y los estados de Sonora y Chihuahua ponen en marcha estrategias para recuperar la confianza internacional y evitar un mayor impacto económico.
Tras la detección de un nuevo brote de gusano barrenador del ganado en el norte de Veracruz, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) cerró su frontera a las exportaciones mexicanas de animales en pie. En respuesta, México ha comenzado a tomar medidas emergentes para enfrentar la situación y proteger a su sector ganadero.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el llamado Plan México incluirá un esquema específico para atender esta problemática, con estrategias diseñadas para blindar la sanidad animal, apoyar a los productores y reabrir el mercado norteamericano.
“También vamos a desarrollar opciones dentro del Plan México para el ganado y este cierre de las fronteras que también es injusto”, declaró Sheinbaum durante su conferencia matutina.
Soluciones regionales ante una amenaza nacional
Sonora ha propuesto la creación de una ciudad industrial ganadera, un ambicioso proyecto que busca reducir la dependencia de la exportación de ganado en pie. Con una inversión estimada entre 700 y 750 millones de pesos, el complejo incluiría instalaciones de sacrificio, corte, empaque y congelación de carne con tecnología de punta para cumplir con los estándares internacionales.
Por su parte, Chihuahua ha intensificado su blindaje sanitario en coordinación con SENASICA. Entre las acciones implementadas destacan:
- Revisión física del ganado en puntos estratégicos
- Aplicación de tratamientos sanitarios (como baños de inmersión e ivermectina)
- Refuerzo del personal en accesos ganaderos del sur del estado
Estas acciones buscan evitar la propagación del gusano barrenador y proteger al hato ganadero local, clave para la economía regional.
¿Qué está en juego?
El gusano barrenador es una plaga devastadora que compromete la salud del ganado y, en consecuencia, la competitividad de México como exportador. Además del impacto directo en la producción, el cierre de la frontera ha generado un alza en los precios del ganado en EE. UU. y preocupación en los mercados internacionales.
El sector agropecuario mexicano se encuentra en un momento crítico, pero las respuestas estatales y federales apuntan hacia una recuperación estructurada y moderna.