- Representa una alternativa de producción para las regiones del trópico húmedo; las plantaciones capturan CO2 y lo almacenan en las hojas, ramas, fustes, cortezas y raíces
El cultivo de hule (Hevea brasiliensis) es considerado una alternativa de producción para las regiones del trópico húmedo ya que sus múltiples derivados generan un ingreso extra para los productores, en tanto que las plantaciones contribuyen también a la mitigación del cambio climático, resaltó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Durante el ciclo de vida del hule las plantaciones capturan dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo almacenan en las hojas, ramas, fustes, cortezas y raíces, además de que apoyan en la transformación de la materia orgánica.
La dependencia federal detalló que la superficie con alto potencial productivo es de alrededor de 35 827 hectáreas, mientras que más de un millón 660 000 hectáreas cuentan con potencial medio, por lo que ampliar la superficie sembrada, en especial en la llanura costera sur del Golfo de México, representa una ventana de oportunidad.
A la fecha, existen 29 741 hectáreas de hule, de las cuales Veracruz aporta el 51.68 por ciento; Chiapas, 20.26 por ciento; Tabasco, 14.79 por ciento; Oaxaca, 12.91 por ciento; Puebla, 0.21 por ciento, y Nayarit, 0.14 por ciento. La producción de este cultivo contabilizó 89 323 toneladas en 2022, con valor de producción de 1131 millones de pesos.
México con potencial para cultivo de hule
Las plantaciones de hule se realizan principalmente con planta injertada de clones recomendados por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), brazo técnico de la Sader.
El organismo ha puesto a disposición de los productores los siguientes clones para el establecimiento de plantaciones: IAN-873, IAN-710, RRIM-600, RRIM-527 y un segundo grupo en proceso de liberación RRIM-901, PB-280, IRCA-41, IRCA-111 y RRIC-100.
Asimismo, informó que se encuentran en proceso de validación clones de hule en las diferentes regiones productoras del trópico húmedo del Golfo de México, así como en áreas potenciales de los estados de Jalisco y Nayarit.
El objetivo de validar clones en las diferentes regiones es reducir el periodo preproductivo, favorecer la tolerancia a las enfermedades y aumentar la producción de hule seco por hectárea en las plantaciones comerciales de México.
Extracción de hule, proceso gestado en América que revolucionó el mundo
El hule natural se obtiene de un líquido lechoso de color blanco llamado látex, que se encuentra en numerosas plantas.
La producción comienza entre el quinto y séptimo año después de la plantación y se puede obtener durante 25 o 30 años, aproximadamente.
Los recolectores realizan cortes e incisiones directamente en la corteza del árbol. Para recolectar el látex, se cuelga un pequeño recipiente por debajo de la incisión detenida con un alambre al tronco del árbol, de cada corte se obtienen aproximadamente 30 mililitros.
El látex recolectado se deposita en recipientes de plástico en donde se le agrega ácido fórmico para obtener una masa elástica. Finalmente, se forman paquetes conocidos como “quesos”, los cuales se dejan secar al aire libre para transportarlo a las fábricas de procesamiento.
En este cultivo existen dos etapas: la preproductiva, que va desde el establecimiento de la plantación hasta el inicio de “pica”, y la productiva, cuando la plantación está en condiciones aptas para la extracción de látex, que es cuando más del 50 por ciento de los árboles rebasan los 50 centímetros de circunferencia del tallo a la altura de un metro.
Con información de Agronoticias, Fotografía: Sader