Por Juan Carlos Esquivel May*
A solo 40 kilómetros de Mérida, en el corazón de Yucatán, se encuentra Motul, un encantador municipio que resguarda en cada rincón el alma viva de la cultura maya y el legado de su historia revolucionaria. Motul es mucho más que el lugar de origen de los famosos huevos motuleños: es un destino vibrante, con profundas raíces ancestrales, arquitectura colonial, naturaleza exuberante y comunidades mayahablantes que preservan tradiciones milenarias.
Entre calles tranquilas y edificios de valor histórico se levanta el exconvento franciscano de San Juan Bautista, construido en el siglo XVI, joya del mestizaje cultural y espiritual de la región. Muy cerca, el Palacio Municipal, con su arquitectura neoclásica y murales sobre la historia local, y la Casa Museo Felipe Carrillo Puerto, rememoran la vida del gobernador socialista nacido en esta tierra, defensor del pueblo maya y mártir de la justicia social. Su hermana, Elvia Carrillo Puerto, pionera del feminismo y sufragismo mexicano, también nació aquí, consolidando a Motul como cuna de ideales progresistas que marcaron a Yucatán y a México.
Pero Motul también es naturaleza. Al sur de la ciudad, a un kilómetro del centro, se esconde el cenote Sambulá, una caverna de aguas cristalinas que invita a sumergirse en un oasis de tranquilidad; accesible en calesa y descendiendo una escalinata de piedra, este lugar es ideal para nadar, explorar o simplemente contemplar la belleza de la tierra yucateca.
ás allá de la cabecera, Motul abraza a 20 comisarías rurales como Ucí, Kiní, Sacapuc o Timul, donde aún se escucha la lengua maya, se cosecha con técnicas ancestrales y se celebran fiestas patronales con gran fervor. Es precisamente en estas comunidades donde el proyecto turístico “Caminos Ancestrales de Motul” busca detonar un turismo auténtico y sostenible; a través de rutas cuidadosamente diseñadas, el visitante puede descubrir cenotes ocultos, vestigios arqueológicos, haciendas coloniales, apicultura tradicional y una gastronomía hecha con identidad y corazón.
Entre las rutas destacan dos propuestas con enorme potencial:
Ruta 1
Ucí – Komchén Martínez – MUARO (Museo del Árbol)
Esta ruta combina historia, tranquilidad y sabor. En Ucí, la iglesia colonial recibe al visitante con su arquitectura tradicional y su ambiente apacible. En Komchén Martínez, la imponente hacienda henequenera recuerda el esplendor del “oro verde” y, el MUARO (Museo del Árbol), ofrece una experiencia educativa y ambiental, todo enmarcado por un entorno natural sereno, perfecto para desconectar. Además, la riqueza gastronómica local, con platillos auténticos yucatecos, complementa una experiencia cultural y sensorial única.
Ruta 2
Timul – Sacapuc – Kiní
Ideal para los amantes del aire libre y la autenticidad, Timul ofrece una atractiva ruta ciclista y un ojo de agua, perfecto para quienes buscan naturaleza activa. En Sacapuc, el visitante tiene la oportunidad de reencontrarse con la historia viva del henequén, conocido como el “oro verde” que impulsó la economía de Yucatán durante el auge de las haciendas; aquí no sólo se observa el cultivo, sino que se vive una experiencia completa: desde el desfibrado de la planta hasta su transformación en artesanías locales, preservando el conocimiento de generaciones. Kiní, con su iglesia tradicional y cocinas de humo, completa esta ruta que permite al viajero conocer la vida rural yucateca desde dentro, saborearla y formar parte de ella, aunque sea por un día.
Y ahora, con gran orgullo y esperanza, Motul ha sido nombrado el nuevo Pueblo Mágico de Yucatán, un reconocimiento que honra su historia, sus paisajes y su gente. El viaje apenas comienza.
¡Ven y sé parte de esta nueva magia que florece en el corazón del Mayab!
(*) Subdirector Turismo de H. Ayuntamiento Motul
