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Mujeres sinaloenses, impulsando la pesca sostenible y el empoderamiento

Las mujeres de Sinaloa desafían la pesca, una actividad atribuida clásicamente a los hombres. A través de su inteligencia, el empoderamiento y la creatividad, destruyen las creencias patriarcales de que son débiles o que solo deben ser las esposas de los pescadores.

Yanett Castro ha liderado este avance al conformar Almejeras de Santa Cruz, la primera cooperativa de mujeres en Altata-Ensenada del Pabellón, y posteriormente, apoyando a otras mujeres del sistema lagunar a constituir dos cooperativas más en la zona. Unidas lograron permisos de pesca de almeja para reivindicar su trabajo y tener una mayor participación en decisiones del sector.

“Nosotras no venimos a quitar el lugar a nadie, ya existíamos, solo que no éramos visibles. Hoy solo queremos ganar lo justo por nuestro trabajo”, compartió en entrevista para Debate.

En 2022, este grupo de mujeres sinaloenses tienen una meta y es posicionar la pesca sostenible que practican para abrir nuevos mercados. Esto significa un compromiso de cuidar el medio ambiente.

Igualdad

Yanett Castro compartió que el mercado de la almeja ya está manejado por permisionarios, más allá de quienes se dedican a pescar, y ellos son los que se llevan la máxima ganancia, “por eso es que nosotros nos juntamos para buscar tener el permiso y comercializar correctamente”, sostuvo.

La líder pesquera contó que participar en el Programa de Fortalecimiento Comunitario para el Sistema Lagunar de Altata-Ensenada del Pabellón, “Fortachones”, en 2016, impartido por la organización EDF Environmental Defense Fund, le permitió conocer la existencia de otras cooperativas y otras mujeres trabajando con permisos.

“Fue como mi graduación el hacer la cooperativa. Pero no me centré solamente en la mía, sino que ayudé a mis compañeras a hacer también las otras dos y somos tres cooperativas de puras mujeres en estas áreas”, añadió. Esas dos cooperativas más se encuentran en Dautillos y Las Aguamitas, sumando 31 mujeres en total.

El mayor beneficio que han tenido al estar formalizadas, según consideró, es saber que cuentan con el mismo derecho que los hombres de adquirir oportunidades y apoyos de parte del gobierno o la iniciativa privada.

“Siempre habíamos estado como atrás, como la esposa de, o ayudando, pero no sabíamos que nosotras podríamos tener un permiso de pesca, que podríamos tener alguna cooperativa, que podríamos administrarla, que podríamos ser la parte organizativa y con toma de decisiones”.

Para la líder pesquera, el principal impedimento que tenían era el desconocimiento de cómo hacer las cosas y del propio derecho de tener las mismas oportunidades que los hombres pescadores, algo que gracias a EDF Environmental Defense Fund pudieron superar, comentó.

Luego de trabajar de prestado o de renta, las cooperativas creadas por Yanett Castro ya han logrado acceder a pangas y motores entregados por el gobierno. Lo que ahora  les permite emplearse en el momento que lo requieran, sin disminuir sus ganancias. Además, compartió que en cada familia de pescadores hay una microempresa y siempre se trata de aprovechar al máximo cada recurso al que tienen acceso.

“Sí hay muchas mujeres que hacen lo mismo que yo, pero en compañía igual, como lo viví históricamente, pero la verdad lo que nos abrió los ojos fue esa capacitación y nos cambió la vida a nosotras y nuestras familias y creo que le estamos abriendo el camino a otras mujeres”, sostuvo.

Pesca sostenible

Yanett Castro, líder de la Cooperativa Almejeras de Santa Cruz, dijo que el reto de este 2022 es buscar mercados que respalden la pesca sostenible que ellas practican y que consiste en respetar las vedas, las tallas mínimas y las zonas  de pesca.

“Ahorita el mercado es algo como que desconoce, tenemos que educar al cliente de dónde viene ese producto, por eso es que también tratamos de hacer visible nuestro trabajo, que implica ir a meterse al agua, meterse hasta la cintura de lodo, sacar una pierna, hacer fuerza, meterse hacia el mangle 100 metros hacia adentro y sacar almeja negra y después cargar un costal con 200 almejas en el lomo”, describió.

Yanett, nieta e hija de pescadores, narró que desde que conoció la pesca sostenible se aferró a esa idea y ha buscado que más mujeres se unan a esa conciliación entre el medio ambiente y la pesca. Reconoció que todavía falta mucho para que todo el sector y los propios consumidores sepan sobre la pesca sostenible y todo lo que implica el cambio climático.

“Nos puede ir mejor a todos y vivir de nuestros recursos, porque cada vez es más evidente, pero solamente nos quejamos y no buscamos cómo solucionar este problema. No solamente a las mujeres, a los propios hombres empoderarlos y saber que sí se pueden hacer las cosas y que se pueden hacer bien, pero hay que ser comprometidos con nuestro modo de vida”, concluyó.

Acercamiento

El primer objetivo de Environmental Defense Fund en Sinaloa, desde hace 11 años, fue establecer condiciones para contribuir a un manejo más eficiente de las pesquerías, compartió la organización.

En la zona Altata-Ensenada del Pabellón se empezó a trabajar con federaciones del sistema lagunar y se observó que la mayoría tienen miembros hombres que salen a la pesca y las mujeres tienen participación de proceso, pero trabajando sin registro dentro de las federaciones. Por lo anterior nació el Programa de Fortalecimiento Comunitario que ayudó a estas mujeres a concretar sus cooperativas.

Fuente: Lorena Caro, Debate

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