El insecto reinserta el carbono de este material a la red trófica, aseguró Diego Tonatiuh Hernández.
Obtuvo el tercer sitio del Premio Santander X, en la categoría Lanza.
Su implementación reduciría considerablemente la cantidad de agua empleada en la agricultura.
En México se consumen 125 mil toneladas de unicel al año y la degradación de este producto tarda aproximadamente 800 años. Sin embargo, mediante el proyecto “Gusani” se puede reducir a dos días, tiempo que le toma al Gusano de la harina (Tenebrio Molitor) asimilarlo y convertirlo en materia orgánica, tanto en heces como en su propio cuerpo.
Lo anterior, de acuerdo con Diego Tonatiuh Hernández Martínez, alumno de octavo semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Tierra, de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, quien es responsable del proceso de crianza y manufactura del producto.
El universitario indicó en entrevista que la materia orgánica se utiliza para elaborar una harina rica en proteína, económica y sustentable que se emplea como alimento para ganado. Se trata de un desarrollo de un grupo de cuatro estudiantes de tres instituciones de educación.
Por este trabajo, Hernández Martínez, junto con Salvador García Puebla y Laura Daniela Rivera Granados, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, así como Mitzi Dayana Cerezo Pérez, de la Universidad Politécnica del Valle de México, obtuvieron diversos reconocimientos, entre ellos el tercer sitio en el Premio Santander X, categoría Lanza, que consistió en asesoría y estímulo económico para continuar su labor. Además, constituyeron la empresa biotecnológica “Gusani”, con la cual buscan impulsar el plan.
Hernández Martínez explicó que el insecto (que se encuentra entre rocas y troncos, o en almacenes de grano), es puesto en cajas de unicel, que son utilizadas para para transportar alimentos perecederos como cárnicos o pescado, las cuales son recolectadas por algunos integrantes del equipo.
“Cuando el unicel entra al sistema digestivo del Tenebrio Molitor, rompe las cadenas de carbono y las ‘reacomoda’ para convertirlas en materia orgánica”, precisó.
El proyecto que llevan a cabo, abundó, podría ayudar a disminuir el impacto de carbono del unicel porque se evita producir más; es decir, “reinsertamos” el carbono de este material a la red trófica.
“Adicionalmente reduciríamos la cantidad de agua utilizada en la agricultura, porque lo que buscamos es sustituir a la soya (segunda causa de deforestación en el mundo), como alimento principal del ganado, que es lo que queremos lograr como empresa”, apuntó.
Hernández Martínez manifestó que aun cuando por el momento solo se enfoquen a la producción de alimento destinado al ganado, la harina también puede ser utilizada para elaborar comida para humanos, como galletas u otros productos.
“Es una gran fuente de proteína, similar a la contenida en el grillo, incluso puede manejarse como suplemento alimenticio para personas que acuden a ejercitarse al gimnasio, o simplemente como un nuevo ingrediente en la cocina”, apuntó.
Fuente: Inforural