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Paisaje Urbano: «Tú y las nubes»

Texto e imágenes: Felipe Ahumada Vasconcelos

La fascinación por las nubes es algo que se remonta a tiempos inmemoriales y se les nombra y atribuyen diversos significados; en los textos míticos y religiosos, Homero dice de Zeus “el que reúne las nubes”. 

Nubes en el cielo

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La Biblia, en el Antiguo Testamento, tiene varias referencias en las que se mencionan, y en la Transfiguración, uno de los pasajes más bellos y reveladores de los Evangelios: una nube envuelve a los apóstoles al inicio del relato que finaliza con la nube desde la cual se escucha la voz que manifiesta que Jesús es el elegido y que conviene escucharle.

En otro texto religioso, el Corán, varios pasajes hacen referencia a las nubes con extraordinarias observaciones que hablan de fenómenos meteorológicos con una precisión sorprendente.

Entre los poetas destaca Jorge Luis Borges que, al referirse a las nubes, habla de ellas con una belleza que sólo es posible ver cuando se les mira desde la profundidad del alma.

En la “Hora de Junio” de Carlos Pellicer , el lamento clama a la nube que tiene una función protectora.

Así, el repaso nos lleva a la cultura popular donde las nubes pueblan el cielo de la canción ranchera.

Todo esto por no hablar de la Aeromancia, una de las artes adivinatorias que pretende conocer el futuro mediante la formación de las nubes.

A nuestro apurado paso por la ciudad bajo estos cielos que día a día nos cobijan, las nubes que protagonizan tanta magia, tanta fe, tanta historia y tanta belleza, nos parecen simples cúmulos de vapor suspendidos en la altura, a veces escasas, a veces abundantes, blancas o grises, rosadas o encendidas mensajeras del crepúsculo.              

Sin embargo cuando la prisa se ha quedado encarcelada en las manecillas del reloj y el corazón responde con latidos más lentos y saludables, nos apropiamos del entorno y todo parece pertenecernos, entonces las nubes comienzan a tener su verdadero significado y en algún momento no sabemos si ellas nos conforman a nosotros o nosotros las formamos; juramos ver con toda objetividad, en un rasgo puntiagudo el sombrero de un duende que calza también puntiagudos zapatos, pero cuando queremos compartir nuestra visión, resulta que otro ve una góndola. 

Imagen que contiene exterior, animal, mamífero, parado

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Imagen que contiene exterior, nublado, nubes, pasto

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Dónde alguien ve en la nube negra un presagio de mala suerte, no falta quien agradezca la inminencia refrescante de la lluvia.

Donde alguien ve en el cielo la nostalgia, no falta quien invoque la esperanza.

Nubes en el cielo

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Solemos proyectar en la forma de las nubes nuestro humor, nuestra paz, nuestros temores.

Tú y las nubes son una experiencia única que bien puede moverte a la fantasía, a la oración, a la poesía, al canto, a la premonición, eso quien lo decide ¿tú o las nubes?  Lo cierto es que hay otra forma de mirarlas, se llama contemplación, lo demás solo es ciencia. 

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