Como consecuencia de la pesca furtiva que se practicó durante todo el año, la primera quincena de la temporada de langosta arroja baja captura tanto en la ribera como en el arrecife Alacranes.
Hay un desplome significativo en comparación con el período anterior, pero el precio mejoró, se paga a $720 el kilo, y hay demanda del producto.
Los esfuerzos de los langosteros para obtener buenos volúmenes de captura no se ven compensados, sino que resultan afectados, en el oriente del litoral ya se reportan los primeros descompresionados en la pesca del crustáceo, entre los que se encuentra Pastor Contreras, buzo-pescador de San Felipe, quien fue presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Oriente.
El estado de salud de Pastor Contreras es delicado, recibe tratamiento en la cámara hiperbárica para su rehabilitación y evitar que las secuelas sean severas, convalece en su casa del puerto de San Felipe, informó José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Centro y Poniente de Yucatán.
En la primera quincena de julio de 2020, de acuerdo con Carrillo Galaz, ya se habían capturado unas 60 toneladas del crustáceo, pero en estas dos primeras semanas del período de pesca, solo se han capturado unas 26 toneladas, así que el desplome es significativo.
La temporada de langosta inició el 1 de julio y concluye el último día de febrero de 2022. Carrillo Galaz detalla que en los puertos del oriente del litoral las lanchas obtienen al día un promedio de 12 kilos, se tienen que alejar de las costas y bucear con compresoras lo que aumenta el riesgo de descompresión como ha ocurrido recientemente, lo que preocupa al sector pesquero.
El año pasado las lanchas ribereñas traían de 40 a 50 kilos, pero en esta temporada se desplomó drásticamente y la única explicación lógica, indica José Carrillo, es la consecuencia de la imparable pesca furtiva que se realizó durante todo el año.
En la zona del arrecife Alacranes situado a 65 millas al norte de este puerto donde laboran barcos de la flota mayor, en la que se emplean los sistemas de trampas y buceo, la primera quincena también arroja baja captura, lo que también es resultado del furtivismo.
Carrillo Galaz señala que los dos primeros barcos que arribaron el viernes pasado trajeron a una tonelada del crustáceo, lo que es bajo en comparación con el año pasado cuando en el primer viaje la captura por embarcación de la flota mayor es de 1,500 a 1,700 kilos, algunos incluso trajeron dos toneladas.
Las expectativas para esta temporada de langosta no son alentadoras por la baja captura en Alacranes y la ribera, pero los alienta la demanda que hay en el mercado del Caribe mexicano y el buen precio, pues se paga a $720 el kilo, cien pesos más que en la temporada pasada, señala Carrillo Galaz.
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Fuente: Diario de Yucatán.