En el Oriente, el rebose de aguadas arrastró mojarras
TIZIMÍN.— Entre lo menos malo de que amplias zonas de esta región continúen inundadas, es que en el rebose de aguadas y cenotes el agua arrastró mojarras con cuya pesca, algunas familias consiguen la comida del día.
Por ese inesperado “regalo” tras la inundación, muchas personas acuden a cordelear en la vera de la carretera que va de la comisaría de Samaria al puerto de El Cuyo.
Niños, mujeres y pescadores de El Cuyo llegan a tirar su anzuelo y llevarse las mojarritas, aunque tienen que pasar largas horas hasta obtener lo suficiente para una comida.
En tanto, otros más se llevan vivos los ejemplares con la intención de reproducirlos o engordarlos ya sea en pozos o cenotes.
Para pescadores que por las condiciones del clima han estado inactivos, las aguadas han sido la mejor opción para ir a tirar anzuelo y sacar en un día hasta 15 mojarras cuando les va bien.
Cuando llegan a sus casas las fríen y se las comen con salsa “nipec”.
En la zona, las entradas de la mayoría de los ranchos cercanos a la Comisaría de Moctezuma están convertidas en lagunas y hasta allí llegan mujeres que se meten a pescar.— W.U.CH.
.-Con información de Diario de Yucatán