La calabaza beneficia el sistema cardiaco, hígado y sistema inmunológico. Combate la diabetes, la artritis y el insomnio. Además posee ventajas únicas para la salud prostática. Alivia síntomas de la menopausia, aporta fitoestrógenos naturales, y mucho más. 
También tiene usos culinarios: se puede comer sin preparación adicional como incluida en distintas preparaciones dulces como saladas. Se puede agregar a las ensaladas, yogur, bañadas en chocolate y en la masa para hacer pan.
Las semillas de calabaza tienen entre 45 y 50% de contenido de aceite y un 30 a 35% de proteínas. Contiene además ácidos grasos esenciales como omega 3 y omega 6 y un alto contenido de vitaminas E, B1, B2,,B3, B6, A, C y D, como asimismo betacarotenos, escualeno, potacio, selenita, cucurbitacina, fitoesteroles, magnesio y Zinc.
Las semillas cultivadas bajo el concepto de agricultura eco-social por un grupo de pequeños empresarios de la Séptima región, también previenen la muerte súbita y los accidentes cerebrovasculares.
