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¿Qué pasa con el pollo y el huevo?

Por María Elisa Yáñez

Una vez librado el foco rojo debido al brote de influenza aviar de alta patogenicidad (IAPP) AH5NI en las unidades de producción avícola en Yucatán, conversamos con Jorge Manuel Puerto Cabrera, Presidente de la Asociación de Avicultores del Sureste, para obtener un panorama más completo sobre las acciones tomadas para su control y erradicación.

¿Ya pasamos el foco rojo en Yucatán en lo referente a las granjas?

Es correcto, ya estamos del otro lado. El primer paso es hacer una cuarentena interna, luego, las unidades que están en problemas hacen la cuarentena y posteriormente se realiza un muestreo de 5 km a la redonda del foco y después a 10 km. Si en ese tramo aparece algún inconveniente, se continúa la misma operación, entonces se va agrandando el círculo. En este caso, afortunadamente, se detectó y se atendió a tiempo.

Incluso se manejó de manera transparente toda la información: estábamos afectados, había que atenderlo y nos ocupamos de ello. En este momento existe un avance considerable; además tuvimos apoyo del Gobierno Federal que nos autorizó la vacuna para protegernos. Cabe mencionar que el problema vino de fuera, no es algo que haya surgido en Yucatán.

Existe una especie de pato que hace su recorrido desde Asia, pasa por Europa y Canadá, y luego bajan aquí a las zonas templadas; en el área afectada había 10 o 12 espejos de agua donde los patos convivieron con aves silvestres que, a su vez, fueron a las granjas a tomar agua, portando el virus; esto rompió la cadena de bioseguridad. Nos pegó y desafortunadamente se ha perdido mucho dinero.

¿De cuánto es el cálculo estimado de pérdida?

Estamos hablando más o menos de 280 millones de pesos. Y nosotros, los productores, asumimos la pérdida en proporción al daño. La única ayuda consiste en el apoyo para el asesoramiento y el acompañamiento hacia la vigilancia, para que no haya entradas irregulares y tengamos las correspondientes reuniones quincenales que dan seguimiento al caso.

¿Cuántas familias dependen del sector?

Se generan un promedio de 11 a 12,000 empleos directos en 162 granjas en el estado.

¿La avicultura sigue siendo un buen negocio?

Sí, este es un buen negocio, cuando va bien… pero en este caso traemos todos los altibajos de los costos. Por ejemplo, el dólar ha estado calmado pero el año pasado no fue así; compramos el grano  y hacemos provisiones a 3 meses. Compras más barato y vas haciendo tu mezcla para hacer tu promedio de gasto. Por otra parte, tuvimos aumentos en gasolina, gas butano y en la electricidad. Todo eso nos arrastra.

¿Entonces hicieron un esfuerzo por no impactar tanto al mercado?

Así es, incluso hemos traído huevo para que la gente no sienta que no hay producto y se encarezca más.

¿Y no existe el riesgo de que nos invada un producto externo?

No, porque en el mundo escasea. Un ejemplo es Estados Unidos; el año pasado sacrificaron 52 millones de aves por el mismo virus, el cual es muy agresivo. Lamentablemente aquí se sacrificaron muchas aves; enterramos unas y otras las mandamos al relleno sanitario. También se atendieron una serie de asuntos con el Gobierno Federal y Estatal para proteger a los trabajadores.

La Secretaría de Salud hizo análisis de sangre, hisopo de nariz y de garganta para ver si no hay alguna transmisión del virus a los humanos; eso no nos costó, ahí el Estado nos apoyó.

En el caso de la Semarnat que negó permisos a 9 granjas de cerdos en Acanceh y otros municipios, ¿cómo les afecta a ustedes la contaminación de una granja a otra?

Nosotros traemos un plan desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), donde no podemos tener contraposición de una actividad a otra, entonces se hace un análisis respecto a esa actividad y por la cuestión del agua corriente, entre otros factores, se determina si hay otra granja instalada y no se otorga el permiso; en realidad se da prioridad a quien llegó primero.

Ahora estamos migrando hacia otras partes del estado. La actividad de huevo está más del lado poniente, que es más cercano a Celestún. Ahí hay muchos espejos de agua y fraccionamientos cercanos a Umán que extraen materiales para construir y estos forman las aguadas, lo que se torna en un punto de encuentro para las aves.

Para que tengas una idea: el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agrolimentaria,  envió a dos biólogos para hacer una captura de fauna silvestre y entre los pájaros de aquí de la región se registraron a 98 patos y todos salieron positivos a la influenza aviar.

Esto que pasó ¿debería de servir como protocolo para tomar prevención con respecto a lo que pueda venir? 

Envié una carta a la Senasica solicitando que alargara el periodo de vacunación hasta diciembre, con el fin de que todos nuestros crecimientos estén protegidos. En marzo se fue el pato, pero regresa en septiembre u octubre y no sabemos si traerá consigo algo, por lo tanto, hay que estar muy pendientes.

Hicimos una campaña de vacunación en las partes afectadas y a los traspatios. Tuvimos la colaboración de la Facultad de Veterinaria de la UADY que nos dio a los alumnos; nosotros proporcionamos el material y las vacunas. Es una labor que hicimos para intentar frenar el virus. Otro aspecto que estamos tomando en cuenta es que los trabajadores van y vienen de una granja a otra y no saben si están cargando con el virus, ya sea en la ropa, en los zapatos, etcétera.

¿Dirías que la gallina es un animal frágil?

Es un animal que al producir de su mismo cuerpo existe más riesgo para su sistema inmune. Así que toda la literatura que habíamos consultado referente a los síntomas que el animal suele presentar, como por ejemplo: la cresta morada y los aretes negros, estos no lo padecieron; incluso ciertos ejemplares se abrieron y se revisaron pero los animales tenían los picos, tráqueas, pulmones e intestinos limpios; lo único afectado era el hígado. Tal vez lo atacamos a tiempo y por ello no logró cubrir y desarrollarse  tal como debe ser.

Entonces ¿dirías que una opción es cambiar la geografía de la producción?

Estamos tratando de buscarle lugares. Realmente aquí se valoró la importancia que tiene la industria en Yucatán. Por muy corto tiempo hubo escasez de producto, pero automáticamente se cubrió el mercado. Estamos con esa idea de organizar la producción, tanto avícola, porcícola y ganadera para que no choquemos en un punto que pueda perjudicar a todos.

¿Para cuándo debe estar el mercado 100% restablecido?

El golpe fue duro y estamos ya saliendo del mismo. Creo que de abril a mayo se normaliza la producción de huevo, no digamos al 100, pero si un 70%.

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