Comprendiendo su naturaleza
Por Jorge Alanis Zamorano
Francisco Aguilar lleva un proyecto llamado Hermanos Caballos, realizó una visita en Yucatán para trabajar con los interesados en tener una relación sana con sus equinos y por supuesto sensibilizarse en un tema que de pronto pareciera totalmente ajeno. Comprender la naturaleza del caballo es una tarea que -creo- pocos hacen, es decir, tener un caballo “que sirva para lo que es” o bien, piensan que saben de caballos cuando de pronto se dan cuenta que aún están a mucha distancia de eso.
Iconos de libertad y belleza
Francisco nos comenta que debemos comenzar a pensar en la verdadera naturaleza del caballo, que no ha nacido para servir al humano, sin embargo, puede hacerlo. Los humanos -dice- olvidamos o no somos conscientes de eso, ejemplo: el lomo del caballo no ha evolucionado para llevar a una persona, pero lo puede hacer. Asegura que cada caballo que convive con humanos tiene que adaptarse a un estilo de vida que para él es antinatural. Cuando el caballo en su capacidad de adaptación se ve superado, comienza a tener desequilibrios, problemas que se confunden con el comportamiento. 
La filosofía que traigo es buscar cuál es la verdadera naturaleza del caballo y ver desde nuestra propia responsabilidad cómo reducir al mínimo posible la necesidad de adaptación del animal para su salud, una vida equilibrada y para que pueda acercarse y conectarse con nosotros.
Francisco reflexiona junto con los asistentes que por naturaleza los caballos no se tocan en todo momento entre sí mismos, lo hacen muy poco y sólo con los muy cercanos, por eso es difícil que se dejen acariciar, montar poner frenos en la boca, en fin, invadirlos. Con estos cursos se busca la mejor manera para causar el menor trauma posible a los equinos.
“Y ahí radica el proyecto, pues tratamos de encontrar los puntos en común con la sensibilidad del caballo y aquello que nos hermanan, así como ser más respetuosos con ellos”.
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“Relación entre caballo y humano”
