Por Gabriela Pérez Tut
Creado con la idea de cultivar aceite de girasol, este santuario de 11 hectáreas , tiene una belleza inigualable, el lugar se encuentra en el municipio de Balancán, Tabasco. Aunque la carretera es un poco sinuosa para acceder, vale la pena ya que se recompensa con una vista digna de una pintura de Van Gogh.
Además de poder tomar unas fotos increíbles el lugar ofrece mucha paz y armonía, tiene restricciones muy sencillas (no introducir bebidas embriagantes, no se permiten las mascotas y no tirar basura ni maltratar los girasoles). No tiene costo de acceso, a excepción que quieras tomar fotografías profesionales.
Este lugar solamente abre sus puertas al público una vez al año, ya que durante la primavera se da la etapa de floración, recuerden elegir adecuadamente la fecha ya que solamente durante 15 días podemos disfrutar de los girasoles en su máximo esplendor.
Desde Yucatán toma la carretera Mérida-Campeche, siguiendo el camino hasta Sabancuy, pasando por Champoton, hasta toparse con la carretera Chetumal-Villahermosa 186, la ruta es de aproximadamente seis horas y media.
