Facebook
Twitter

Semillas de la milpa maya

¿Cómo  promover ese intercambio efectivo de las experiencias generadas en torno de cada una de las semillas (i’inaj) que fueron expuestas en las ferias comunitarias organizadas por todo el territorio peninsular? En relación a las ferias del i’inaj, detrás del proceso comunitario, existe el trabajo incansable de un equipo promotor que sabe y conoce el significado que tiene el ixi’im –granos de maíz- con respecto a la historia, alimentación y de la práctica de la milpa, como una forma de reproducir la cosmovisión maya.

Por Bernardo Caamal Itzá

Esto lo aclaro porque el ixí’im fue el que protagonizó estas ferias del i’inaj. Entre los colores del grano que tuvo una amplia demanda, fueron los  morados, semirojos, rojos y amarillos, y en menor cantidad los blancos. En cuanto a los espacios donde se realizaron este tipo de eventos, fueron decorados por los mismos campesinos usando sus respectivas semillas, mismas que al estar expuestas, le dan atractivo dado a sus llamativos colores.  Los agricultores mostraron su forma de trabajar, porque estos eventos comunitarios siempre se caracterizaron por las ceremonias realizadas para honrar a las deidades mayas y éstas a su vez permitan que en este ciclo productivo renazcan de nuevo esas semillas que son valiosas para la humanidad.

“Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido”, dice unos de los dichos populares, por eso quienes cultivan estas semillas y las promueven, tienen claro que en su i’inaj existe todo un cúmulo de experiencias y de la estrecha relación que tienen, todo esto se aclara más con las plegarias escuchadas del Jmen –sacerdote maya- al hacer entrega del saakaj –bebida hecha a base de maíz-, al aperturarse estas actividades dedicadas al ixi’im en Hopelchén, Campeche.

“Teen bakáan t’anike’ex… teen bakáan k’ubikte’ex – Soy el que les habla y soy ese que les hace entrega…-, decía enérgicamente el sacerdote maya, con el fin de ofrecerle a los dioses esta bebida sagrada. Durante esta ceremonia, el Jmen, en sus alabanzas al honrar a los dioses del monte, la tierra y de las lluvias, les recordó a las deidades que se pongan de acuerdo para que el maíz nazca de nuevo entre los hombres, porque en cada uno de sus granos (está condicionado desde tiempos inmemoriales) para que se produzca debe ser cultivado en el territorio donde nació algún día, y por otro, despegara sus primeras hojas al escuchar esos cantos de alabanza que él invoca y la madre tierra dé las condiciones idóneas para que germine y la haga producir de nuevo.

En reconocimiento a esta labor campesina, Yucatán Rural estuvo presente en la feria del i’inaj para acompañar al productor, y de ese modo, reiterarle nuestro compromiso con el campo y sus productores, y ahora que se acerca el temporal lluvioso, los ánimos de los campesinos se caldean para cultivar la tierra, pues se ha dicho, a sembrar la esperanza en nuestras milpas…
IMG_4136IMG_3840

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Diseño web por