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Sequía y erosión, los grandes retos para el sector agrícola en México

Debido a su ubicación geográfica, el país enfrenta los impactos del cambio climático, como sequías intensas, un aumento en la frecuencia de los incendios forestales y la escasez de agua potable.

Durante el segundo Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad, celebrado en mayo de este año, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, destacó la necesidad urgente de utilizar adecuadamente los suelos y el agua para proteger la seguridad alimentaria del país.

Villalobos enfatizó la preocupante realidad de que los suelos en México tienen menos del 1% de materia orgánica en general, lo que afecta su fertilidad. Además, señaló que un alarmante 76% de los suelos en el territorio nacional presentan algún grado de erosión.

El funcionario subrayó la importancia de garantizar la alimentación de manera sustentable y utilizando de manera adecuada los suelos, así como el manejo responsable de los recursos hídricos y la conservación de la agrobiodiversidad. Estas medidas son cruciales para evitar que las futuras generaciones se vean en riesgo de seguridad alimentaria.

A pesar de que el sector agrícola juega un papel fundamental en la economía de México, el país se enfrenta a diversos desafíos debido a su ubicación geográfica y los impactos del cambio climático. Estos incluyen sequías intensas, incendios forestales cada vez más frecuentes, escasez de agua potable y el impacto de tormentas meteorológicas.

Ante esta situación, el gobierno ha implementado programas para mejorar la condición de los suelos agrícolas, preservando así su productividad. También se busca reducir la huella hídrica y promover el uso eficiente del agua, dado que la agricultura es el sector que más agua dulce consume a nivel mundial (representando el 77% del total disponible), a pesar de que se destine principalmente a la producción de alimentos.

El funcionario federal explicó la necesidad de promover la adaptación de cultivos más resistentes a la sequía, facilitar el acceso a sistemas de riego tecnificados y fomentar la rotación de cultivos como parte de las políticas públicas y programas que tienen un impacto productivo y sostenible. Esto se debe a la creciente imprevisibilidad en la disponibilidad de agua, y es necesario implementar medidas que promuevan una mayor adaptabilidad y resiliencia en el sector agrícola.

En este sentido, se están implementando iniciativas para aumentar la captura de carbono y prevenir la sobreutilización de agroquímicos, el sobrepastoreo y la sobreexplotación de productos agrícolas. Además, se están llevando a cabo acciones para detener la erosión mediante el manejo de microcuencas, la cosecha de agua de lluvia y la estimulación de nubes en zonas áridas. Estas medidas se están implementando con el apoyo técnico de instituciones internacionales.

Otro enfoque importante es el diseño de prácticas agrícolas que incorporen materia orgánica para enriquecer los suelos, en lugar de recurrir a quemas y desincentivar el uso excesivo de tractores, lo cual puede causar una degradación progresiva. También se está realizando la medición de la huella hídrica en la producción de alimentos y se busca un mejor aprovechamiento de la biodiversidad.

Estos esfuerzos se encuentran coordinados dentro de la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (Enasas), que busca promover prácticas agrícolas sostenibles y preservar la salud de los suelos en México.

Un foro para comunicar estos problemas en el sector nacional

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) también está organizando un evento importante para promover estas medidas de recuperación y manejo responsable: el segundo Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad (CIASA). Este congreso se llevará a cabo en la sede de la dependencia en Ciudad Obregón, Sonora, del 11 al 13 de octubre de 2023.

El objetivo principal del congreso es reunir a expertos de diversas áreas relacionadas para que compartan sus investigaciones y experiencias. El enfoque principal será impulsar la agricultura sustentable, resiliente e inclusiva, así como abordar los desafíos actuales en estos temas.

El evento pretende ser un espacio para discutir y analizar las acciones que se están llevando a cabo en la actualidad para hacer frente a los desafíos relacionados con el agua, el suelo y la agrobiodiversidad. Se busca generar un intercambio de conocimientos y buenas prácticas que contribuyan a un manejo más eficiente y sostenible de los recursos agrícolas en México.

Villalobos Arámbula destacó que durante muchos años se ha descuidado la protección de los suelos agrícolas, por lo que en esta administración se han implementado acciones para combatir la erosión y mejorar la fertilidad de los suelos.

Por su parte, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, quien está a cargo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), explicó que este foro brindará la oportunidad de difundir estrategias efectivas para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y la degradación del suelo y el agua. En su primera edición, el congreso logró convocar a más de 3500 personas de 30 países, y las diferentes conferencias tuvieron un impacto en más de 17 000 personas a través de diversas plataformas virtuales donde se transmitieron las actividades.

Con información de Agro 2000

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