Por Ana Laura Preciado
A 98 kilómetros de Mérida, rumbo hacia Cancún, se localiza el municipio de Sotuta (Agua que da vueltas). La zona es bastante transitada por viajeros que eligen llegar a Quintana Roo por la carretera exenta de cuota. No obstante, aunque los pobladores hacen lo posible por captar un poco del turismo perdido con productos o servicios, es reducido el número de personas que realmente se acercan a conocer el corazón de estos municipios y ver lo que tienen por mostrar.
Cuando estás por llegar a Sotuta, observas que la tierra se vuelve más roja y por ende, los patios son más verdes; las casas están asentadas sobre terreno elevado lo que les da una vibra de miradores.
El pueblo es hogar de más 8,500 habitantes que viven rodeados de historia, cultura y arte reflejado en sus construcciones y edificios antiguos, muros y viviendas. Al recorrer sus calles observarás el florecer del arte a través de sus monumentos, comenzando por:
- El antiguo palacio de Nachi Cocom, edificio histórico-militar que data de la época colonial en la que se cuenta fue residencia de los señores Cocom luego de la conquista española y además sirvió como fortaleza durante la Guerra de Castas entre los años 1855 a 1860. Actualmente es la Casa de la Cultura Nachi Cocom y sirve como un centro de actividades para niños, jóvenes y adultos tales como: danzas creativas, jarana, lengua maya, tejido y bordado (uk’aan am), dibujo, entre otros.
Siguiendo en la cabecera municipal, se aprecia el brillante amarillo de:
- El templo dedicado a San Pedro Apóstol. Construido en el siglo XVI, rodeado de una espaciosa área verde con varias bancas dispuestas para disfrutar el esplendor del recinto. A un costado, bajo la sombra de diversos árboles frondosos, hay un altar elaborado en piedra con la imagen de la Virgen de la Natividad.
Y a un costado de la iglesia hallarás:
- La estatua de cuerpo entero de Nachi Cocom. Sotuta es reconocida por haber sido morada del Halach Uinic o señor de Sotuta «Nachi Cocom», quien coordinó y lideró a todo un ejército parar liberar al pueblo maya de la opresión española.
Continúas de largo por la calle para toparte con asombro extraordinarias muestras de arte urbano. Los murales de Sotuta están dispuestos en diferentes puntos de la población y retratan a personajes y elementos de la cotidianeidad sotuteña; esbozos del día a día transformados en figuras, animales, objetos y paisanos pintados a mano por un joven artista de la comunidad.
El encanto histórico y artístico de Sotuta se combina con lo colonial, lo contemporáneo y lo tradicional: chozas de huano y mampostería que tienen como vecinos a elegantes casonas con exquisitos detalles arquitectónicos de estilo colonial, mientras que, por el otro lado, hay casas de aspecto moderno.
Sotuta acoge un fragmento importante de la historia de Yucatán, pero también es hogar del oficio, del talento y del ingenio.
En Sotuta el arte se respira por todas partes.
