La acuacultura es negocio y en Yucatán hay todo un campo para invertir.
Por su posición geográfica, nuestra entidad tiene la virtud de ser un punto estratégico comercial con rutas por tierra y mar que le permiten distribuir los productos locales hacia el centro, norte del país, y hacia los Estados Unidos; pero además, cuenta con las cualidades suficientes para desarrollar una industria de engorda de tilapia gracias a los cuerpos de agua que hay en todo el estado, ideales para abastecer el área de cultivo y con la calidad que se requiere.
Nos trasladamos al municipio de Baca para visitar una unidad de producción acuícola. Allí, platicamos con Estefanía Suárez Wegan, de quien aprendimos sobre cómo es el modelo de negocio en la engorda de tilapia.
El primer paso es determinar el tamaño de terreno del que se dispondrá, eso va a tener mucho qué ver con la disponibilidad del presupuesto que se tenga y va a definir qué tipo de estanque se utilizará, junto a sus instrumentos de infraestructura, explica Estefanía.
Nuestra entrevistada detalla que se deben realizar los estudios topográficos correspondientes para hacer una buena elección del suelo y conocer cuáles son las autorizaciones requeridas. Asimismo, hay que pedir un permiso de concesión de agua al Gobierno del Estado y asesorarse con una empresa de perforación de pozos, la cual determinará la profundidad adecuada para obtener el vital líquido, cuya buena calidad debe ser fundamental, por lo que igualmente se deben de tomar las pruebas necesarias.
La calidad del agua es lo más importante, es el lugar donde se desarrollan los peces, por lo que hay que mantener los parámetros físico-químicos en un nivel adecuado y así se mantengan en las condiciones óptimas para su crecimiento y posterior consumo, afirma.
También la electricidad es vital –prosigue-, la gran ventaja es que es mucho más viable utilizar energía solar, por lo que esta parte no representa mucho gasto. Igual no hay que olvidar los radiadores y poner mallas para evitar que la fauna amenace los cultivos, ya que usualmente son aves las que transmiten algún tipo de enfermedad o parásito.
Estefanía menciona que se puede desarrollar la engorda de tilapia en diferentes escalas. La primera consiste en un modelo de traspatio, donde una persona puede tener un estanque pequeño (6 metros de diámetro) en el que cultive tilapia para el autoconsumo familiar y, el excedente, venderlo en la misma comunidad.
A esto se le llama acuacultura integral, que se refiere al hecho de que puedo tener un área donde estén mis pollos, mi huerto, y al mismo tiempo mis estanques donde se cultiva la tilapia, todo desarrollándose en sinergia, añade.
El segundo modelo es a una escala mayor y con la intención de hacer negocio, para la cual se requieren aproximadamente de 14 a 15 estanques y la densidad es de 12 kilogramos por metro cúbico. La inversión inicial es de aproximadamente 1 millón 900 mil pesos* y se obtienen de 20 a 40 toneladas de biomasa por ciclo.7
El último corresponde a un nivel más industrial, del que se obtienen hasta 65 toneladas por ciclo, por lo que se debe tener un poco más de experiencia. Aquí se utiliza la misma cantidad de estanques pero la densidad es de 20 kilogramos por metro cúbico, por lo que la inversión es un poco mayor al modelo anterior y recae en cuestiones técnicas, tales como el sistema de aireación y los caballos de fuerza.
En cuanto al periodo de recuperación, para la producción de 20 a 40 toneladas es de cinco años, mientras que para el modelo de 65 toneladas es de dos a tres años.
Este lugar donde nos encontramos es un claro ejemplo para realizar inversiones. Solamente esta granja produce por lo menos 5 toneladas semanales y tiene planeado llegar a las 10, las cuales son comercializadas por toda la Riviera Maya, nos presume.
Para finalizar, Estefanía destaca la labor de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán, quienes brindan la asistencia y asesoría técnica gratuita a través de su personal calificado, así como la del Comité Estatal de Sanidad Acuícola de Yucatán A.C., quienes se encargan de visitar las unidades de producción acuícola para verificar el estado de salud de los organismos y apoyar a los productores en las cuestiones sanitarias.
Afortunadamente en la entidad contamos con el personal técnico calificado para desempeñarse en las unidades, pues tenemos diversas escuelas, universidades e institutos de educación superior que forman a este personal. Ahora, si bien en las aulas se aprende la parte teórica, para este negocio en el que el 80% del trabajo es en campo, es importante que los estudiantes acudan a las unidades de producción acuícola para tener la experiencia requerida ante todo lo que se pudiese presentar, concluye.
* (Costos aproximados a la fecha de publicación de esta edición)
