Este miércoles entra en vigor el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que, sin duda, traerá ventajas y desventajas para todos los sectores involucrados, como la industria agropecuaria.
De acuerdo con Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), existen tres factores que ponen en desventaja a la actividad agroalimentaria de México con la de Estados Unidos. Estos tienen que ver con el cumplimiento de acuerdos laborales, incidentes ambientales y las instancias para resolver controversias.
“Pensamos que el T-MEC está peor que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) –que se firmó en 1994—. Principalmente, el sector hortifrutícola que usa mucha mano de obra tuvo que haberse preparado para que no tengamos ese problema de que nos acusen de usar mano de obra infantil o explotación o los temas sindicales”, señala Anaya en entrevista.
El tema ambiental y la responsabilidad social también podrían volverse barreras técnicas, dice el experto. Por ejemplo, Estados Unidos podría señalar a los agricultores mexicanos de estar deforestando para sembrar más árboles de aguacate o en el caso de la pesca, decir que hay una sobreexplotación de las pesquerías, con el objeto de que si México llega a incumplir temas laborales y ambientales, no pueda interponer controversias de ‘dumping’. Aunque “todavía no están los elementos para decir que es un ataque que ellos lo tomen como ambiental”, señala Anaya.
“Hemos hablado del tema de controversias que ahora en lugar de ir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) hay que ir a la Corte de Estados Unidos, como ha sucedido en el caso de azúcar y del tomate que hemos tenido que llegar a los acuerdos a territorio estadounidenses, entonces desde que se firmó el T-MEC, el GCMA abordó esos tres temas porque todo mundo dio por festinar que el tratado queda de maravilla para el sector agropecuario”, puntualiza Anaya.
A pesar de que el tema de la propuesta de la estacionalidad agrícola no está contemplado en el T-MEC, también puede afectar significativamente al sector.
Apartado de trabajo forzoso
Una de las principales amenazas para los productores del campo mexicano se encuentra en la eliminación de trabajo forzoso e infantil. El nuevo tratado contiene la obligación de eliminar estas dos manifestaciones de las cadenas de suministro de los productos que busquen ingresar a Estados Unidos.
No obstante, el sector agropecuario busca blindarse de cualquier acción que pueda bloquear el acceso de sus productos a ese país.
Semanas previas a la entrada del acuerdo, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) a través del Consejo Coordinador Empresarial difundió un manual que puede orientar a los productores para disminuir el riesgo de bloqueo de los productos mexicanos por estos motivos.
“Las presiones que va a haber en Estados Unidos por la sucesión presidencial en noviembre es extraordinaria. El caso agrícola tiene dos apartados, trabajo infantil y trabajo forzoso”, advirtió Bosco de la Vega, presidente del CNA.
Durante los talleres del T-MEC organizados por la iniciativa privada, Herminio Blanco, asesor del CCE, presentó estrategias para evitar cualquier freno a las exportaciones agrícolas mexicanas.
Entre los riesgos, destacó que los productos pueden ser señalados por ambas formas laborales irregulares a través de mecanismos del T-MEC, como es el panel solución de controversias contenido en el Capítulo 31; mientras que la patrulla aduanera puede actuar en casos de trabajo forzoso. Además, destacó que ninguna de esas actividades puede reclamarse en primera instancia por los paneles de respuesta rápida, una de las innovaciones del acuerdo.
“Establece que está prohibida la importación de productos que son elaborados con trabajo forzoso provenientes de cualquier país, y México tiene también la obligación de eliminar cualquier variedad de trabajo forzoso”, comentó Blanco.
Ante ello, la Alianza Hortofrutícola Internacional para el Fomento de la Responsabilidad Social (Ahifores) puso a disposición de los productores una guía elaborada en coordinación con la Secretaría del Trabajo.
La guía ofrece una definición de acciones que promueven la detección y eliminación de estas prácticas, basada en una decena de preguntas sobre las condiciones de trabajo, reclutamiento, asociación y si ofrece alguno de los 10 productos agrícolas contenidos en la lista de bienes elaborados con trabajo infantil o forzoso del Departamento del Trabajo estadounidense.
“La intención de nosotros es que cada empresa evalúe su nivel de cumplimiento o riesgo que tiene ante el T-MEC. No debería ser solamente el acuerdo ”, expuso Judith Méndez, presidenta de Ahifores. “Tenemos una presión comercial donde cada productor de vegetales evaluará qué tan vulnerables se encuentran sus operaciones”.
Apartado sobre Estacionalidad
Aunque no está en el apartado del T-MEC, el tema de la estacionalidad que propone Estados Unidos representaría un problema ya que su posible aprobación a productos hortifrutícolas provocaría una pérdida del mercado mexicano en ese país y pondría en riesgo a 5 millones de empleos en México, de acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
“El tema de estacionalidad, se trata de un cambio de industria nacional a una industria estacional, lo que haría posible que la industria estadounidense de productos perecederos en cada región iniciara investigaciones antidumping y sobre subsidios de manera fast track con amplia facilidad y prontitud”, dijo Sergio Esquer Piero, vicepresidente de Hortofrutícola del CNA.
El Consejo, que representa el 75% de las exportaciones agroalimentarias de México, insiste en que esta propuesta tiene tintes políticos puesto que estados como Florida y Georgia han insistido en incluirla desde antes de que iniciaran las negociaciones del T-MEC y previo al proceso electoral de noviembre.
“El tema de estacionalidad se ha sacado por las presiones que tienen los productores de Florida. Pero la Secretaría de Economía ha dicho que si se aprueban, ellos tomarán medidas espejo, aunque yo siento que nuestro Gobierno nunca se va querer poner al tú por tú con el de Estados Unidos y tengo mis dudas de que lo hagan. Tengo la preocupación de que sí presione la estacionalidad y perjudique al consumidor de EU y a nuestros productores por las barreras arancelarias”, dice Anaya.
Hay ocho productos susceptibles a esta estacionalidad: moras, fresas, uvas, pepino, espárragos, pimientos, calabaza y berenjena, que representan entre 5,000 y 6,000 millones de dólares de exportación.
¿Más trabas para el sector?
Además se suma la desventaja de los subsidios que ofrece el país vecino a sus agricultores en comparación, algo que puede distorsionar el comercio internacional.
“En el caso de México es poco probable que con la estructura de subsidios aprobados para el ejercicio fiscal 2020 genere alguna controversia; sin embargo, nuestro socio comercial cuenta con diversos subsidios en el Farm Bill que podrían afectar el interés de la agroindustria nacional, pero el árbitro al cual deberemos de acudir para resolver cualquier controversia serán los tribunales en EU, en lugar de la OMC”, señala Anaya.
Del lado de las autoridades mexicanas, tanto la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, como el subsecretario Alejandro Encinas Nájera, así como la secretaria de Economía, Graciela Márquez, coincidieron en que la mejor manera de prevenir cualquier obstáculo respecto al agro con la entrada en vigor del nuevo acuerdo es una medida muy sencilla: que las empresas cumplan la ley.
“La mejor estrategia es atender a la nueva realidad, a las nuevas normas laborales y la implementación de la reforma”, indicó Alcalde en su participación en uno de los foros impartidos por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
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Fuente: Forbes México.