Por Jorge Alanis Zamorano
Taller Internacional de Agricultura Orgánica de Última Generación.
Es una necesidad imperante reconocer a la producción con procesos orgánicos. Pedro Isabeles
comenzó hace ya un tiempo con talleres locales, posteriormente logró atraer el interés de productores del interior del país. Hoy, sus enseñanzas han llegado hasta Colombia, abriendo las puertas al conocimiento más allá de nuestra frontera.
Fuimos invitados nuevamente para dar a conocer las opiniones y experiencias de algunos de los participantes. Desde producciones que combinan el método convencional con el orgánico y los que producen 100% orgánico. Pequeños y medianos productores que se llevan no solo el conocimiento, sino también la certeza de que sus costos disminuirán notablemente.
Del interior del país se sumaron productores de Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Campeche, Quintana Roo y, por supuesto, de Yucatán.
¡Esto ya nadie lo para, esto ya jaló!
Afortunadamente estamos en la era digital por lo que facilita el acceso a la información; lo mismo está pasando con nuestros sistemas y técnicas que difundimos, las cuales siempre estamos dispuestos a enseñar a todos los interesados en lo orgánico, así que ahora no solo tenemos participantes del interior del país, sino también atraemos el interés de personas de otros países en aprender el sistema orgánico de Utopía Consulting Group, explica Pedro Isabeles, encargado de brindar los cursos.
En el taller aprenden a montar sus biofábricas con nuestro modelo y protocolos de manejo que les permite certificarse, si así lo quieren y sin problemas, añade.
Precisamente de eso trata el taller, de aprender a elaborar sus insumos orgánicos, el manejo de los cultivos y lo más importante: ir a una huerta donde lograron observar, tocar, oler y probar, por ejemplo, el agua de limón italiano orgánico. Es más fácil que ellos asimilen estos conocimientos cuando ven que esto funciona –enfatiza-. El huerto que observaron es de aproximadamente ¼ de hectárea, pero también lo vieron funcionando en una plantación de 50 hectáreas que empleaba agroquímicos; esto incrementó sus producciones, bajó sus costos y cosechan cada vez más, por lo que el productor está feliz. Está probado que funciona y ellos se van con la información completa para sus plantaciones.
¿En qué momento se encuentra la producción con procesos orgánicos?
Es una coyuntura inigualable. Por un lado, nos llega la contingencia por el Covid-19; la gente comienza a pensar qué es lo que se lleva a la boca, qué está comiendo y está buscando productos saludables. La producción orgánica es la que mantiene más sana a la gente. Ese lado nos benefició debido al interés en este tipo de productos, y por otro lado, lo que nos ayudó es que los precios de los insumos convencionales subieron al doble o al triple de su costo, ¿qué pasó con esto?, antes al productor le ajustaba a su bolsillo producir 30 hectáreas, hoy solo le alcanza para lograr 10.
Esta es la opción por la cual muchos productores están volteando a la producción orgánica. Lo que faltaba es que igualáramos los rendimientos y lo estamos logrando, y en algunos cultivos estamos rebasando los rendimientos de la producción convencional, especialmente en la Península con las condiciones (de suelo y clima) tan difíciles, estamos logrando lo que antes no se podía producir en calidad, cantidad y rendimiento.
Lo que antes veíamos como un futuro lejano es ya una realidad, hoy llegan de otros países y de otros estados del país. Nos estamos convirtiendo en un referente de producción orgánica y no solo en México, si no que apuntamos a nivel mundial.
Nos quitamos la venda de los ojos cuando empezamos a apoyarnos de la ciencia y comenzamos con técnicas, insumos y procesos que nos funcionan siempre de la misma manera.
