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Temen una gran sequía en el oriente yucateco

Problemas en cadena si bajan de peso las reses

TIZIMÍN.— A ya casi mediados de agosto, la falta de lluvias en algunas regiones de esta zona oriente de Yucatán sigue causando estragos en la actividad ganadera principalmente, donde ya están encendidos los focos rojos, lo que para los productores es un signo de alarma para estar preparados para la próxima temporada de estiaje, que anticipan podría ser catastrófica.

El ganadero Jesús Ávila Ávila, de Panabá, refirió que es preocupante que en algunos lugares cae un aguacero, por decir, en la orilla de la carretera, pero en los potreros se mantiene la sequía, o en ocasiones se nubla como para anunciar un aguacero que termina siendo una leve llovizna.

Para el conocedor del tema de la ganadería, esto genera que los animales pierdan peso y en consecuencia disminuyan los ingresos para quienes se dedican a esta actividad, además repercuten en la parición, y los animales se vuelven más propensos a contraer enfermedades propias del ganado bovino.

En algunos ranchos cercanos a la costa el problema de la sequía se recrudeció desde las inundaciones de hace dos años, pues la acumulación del agua ocasionó que el pasto se pudra, al igual que las semillas que había en el suelo, y adicionalmente ocurrió una erosión que en la actualidad no permite el desarrollo del zacate en estas regiones, agregó.

Hasta hace una década, el zacate alcanzaba en estas fechas más de un metro de altura; ahora no pasa de los 30 centímetros, lo que significa un grave riesgo de exterminarse en la próxima temporada de sequía.

Los ganaderos, advirtió, deben estar preparados y poner en practica la elaboración de silos, es decir, almacenar lo que puedan en pasto para alimentar a sus animales en la próxima temporada de sequía, de lo contrario, se anticipa una venta indiscriminada de ganado que mermaría los hatos de esta región de Yucatán.

Lluvia dispareja en la entidad

Algo similar ocurre en los ranchos de Sucilá: en el pueblo llueve, pero en el rancho sigue la sequía, no hay pasto para el ganado señala el pequeño productor Ángel Pool en entrevista sobre este tema que afecta a los que no cuentan con sistemas de riego en sus unidades de producción.

En esta región donde los animales son más para producir leche y no carne, representa un gasto mayor porque se ven obligados a adquirir alimento balanceado para que las vacas rindan lo necesario del lácteo.

El problema es generalizado, pues también por la zona de Colonia Yucatán y Popolnah en los límites con Quintana Roo, se vive el mismo fenómeno de lluvias dispersas que no garantizan el crecimiento del pasto en los potreros.— Con información del Diario de Yucatán

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