Las tradiciones de las posadas y el arreglo del nacimiento en las casas chiapanecas, vienen acompañadas del uso de elementos naturales como es el heno, el musgo, orquídeas y bromelias que se extraen de algunas zonas naturales de la entidad.
Manuel Jonapá, jefe del Museo Botánico en Tuxtla Gutiérrez, señaló que estas plantas que embellecen los hogares cada año, con su colorido y frescura, son extraídas de forma ilegal de su ecosistema, por lo que la venta y compra de estos productos son ilegales.
“Lo que la gente no sabe, es que estas especies son saqueadas de su medio natural, no hay nadie que cultive musgo, en algún invernadero, que cultive orquídeas; por lo general para conseguirlas van a lugares como “La Pera”, en Berriozábal, en “Cerro Brujo”, en Ocozocoautla; a San Cristóbal, y se encuentran las plantas que están sobre los árboles; lo que en realidad es un delito porque están saqueando una especie y muchas de ellas se encuentran protegidas por la Normal Oficial Mexicana”, apuntó.
Una de estas flores que está protegida, es la flor de mazorca (que son bromelias), las orquídeas, la flor de Candelaria, algunos cactus e incluso algunas patas de elefante; tener estas plantas en casa es un delito.
Para que una planta crezca y dé flores en el caso de las bromelias y las orquídeas, tarda hasta cinco años, “es una planta de lento crecimiento, y las arrancan cuando tienen flor y esto impacta en el entorno”.
En caso de los musgos y el heno, crecen relativamente rápido, pero la depredación de esta especie es tan grande, que no le da tiempo a la naturaleza de recuperarse.
“Cada año van saqueando más y más, y esto pues va generando este círculo vicioso de no permitir que la misma naturaleza se renueve; el heno es una planta que no presenta raíces, se da sobre la rama de los árboles, y también el saqueo excesivo que ha tenido, está haciendo que su población se vaya reduciendo”, enfatizó.
El biólogo señaló que en el caso de que las personas ya hayan comprado en este año el heno y el musgo, puede guardarlos en cajas de cartón envueltas en papel periódico.
Indicó que, si las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) encuentran a una persona en la calle con estos productos y no se tiene cómo comprobar la compra, las personas pueden terminar en la cárcel con castigo de dos a 15 años.
FRANCISCO MENDOZA. DIARIO DE CHIAPAS.