Por Jorge Alanis Zamorano
Por más que se quejan, denuncian y defienden su trabajo, los pescadores que viven a lo largo de la costa yucateca se quedan muy por detrás de la pesca furtiva, que además de dejar sin producto suficiente, deteriora fuertemente la recuperación de los ecosistemas y por supuesto, a la economía del sector.
Los pescadores que operan en el clandestinaje se llevan muchísimas más ganancias que los que respetan las vedas, dejando a éstos pagando los platos rotos y quienes se organizan para tratar de salir adelante. Sin embargo, sabemos que necesitan el apoyo de las instituciones, el cual simplemente no ven. ¿Qué está pasando? ¿Por qué el abandono?
Me reuní nuevamente en la cabina de RadioYucatanFM.com.mx con el Presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, José Luis Carrillo Galaz, ya que desde hace tiempo tratan de poner en orden la situación y más allá de lograrlo, el problema se amplifica cada vez más.
Juntos trabajan en lograr su ordenamiento: contabilizar e identificar las embarcaciones de la cooperativa e incluso, a los mismos pescadores, para evitar precisamente el desorden. Se pusieron de acuerdo para realizar patrullajes en el mar y hasta acompañar a las autoridades, sin embargo, José Luis Carrillo cuenta que las instituciones les dicen que no tienen ni para gasolina.
Otra grave situación que señala es que cuando ellos mismos atrapan a algún pescador tramposo ante las autoridades, la opinión pública apunta a los que sí respetan la veda como “malos e insensibles”, argumentando que es la crisis económica (misma que vivimos todos) la que los orilla a saltarse las reglas; sumado a que la mayoría de los furtivos son liberados al poco tiempo de haber sido detenidos.
José Luis comenta que muchos de ellos vienen de otras entidades fuera de Yucatán, como Campeche o incluso Tabasco, quienes arrasan hasta con especies pequeñas que necesitan de tiempo para reproducirse, lo que representa un serio problema ya que cuando los pescadores regulares salen en tiempo y forma, ya no hay producto para capturar.
Ante las negativas en cuanto al apoyo en el patrullaje, otro planteamiento que han hecho a las autoridades es el de investigar a los compradores, propuesta a la que tampoco encuentran respuesta. ¿Qué ocurre con las autoridades? Llama la atención el silencio por parte del señor Rafael Combaluzier Medina, Secretario de Pesca y Acuacultura Sustentable, que además es comercializador de productos del mar y quien seguramente también resiente los embates de la pesca furtiva… ¿qué ha hecho?, ¿cómo se ha vinculado con otras dependencias para combatir este problema?
José Luis comenta que por el lado de la Federación tampoco se ve una línea de acción clara, que en conjunto con la Secretaría de Marina realiza patrullajes en algunas ocasiones, sin embargo, se encuentran más al pendiente de otros delitos ya que la pesca furtiva no corresponde a su área.
Tristemente, nuestro entrevistado considera que el panorama se ve desolador, pues la gente está desesperada no solamente tratando de completar la producción para cubrir sus gastos, sino también en defender el sostén de su vida y la de su familia. Mientras ellos ganan 300 pesos, los furtivos ganan hasta 10 veces más.
¿Tendrán motivos suficientes para estar molestos?