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Tierra f%u00e9rtil, aunque duraQuienes conocen el sur de Yucat%u00e1n saben que la tierra es complicada. Est%u00e1 bastante pedregosa, t%u00fa lo sabes, comenta Julio. Pero a pesar de eso, es una tierra muy productiva. Tenemos agua suficiente y eso nos permite tener buenos cultivos, aunque cuesten trabajo.Ese esp%u00edritu tenaz ha hecho del sur un polo frut%u00edcola importante, donde adem%u00e1s el cultivo del lim%u00f3n persa ha ganado terreno en los %u00faltimos a%u00f1os, con nuevas empacadoras y m%u00e1s productores apostando por esta fruta c%u00edtrica de alta demanda. La diversificaci%u00f3n es clave, y en Huertas Maga%u00f1a lo tienen claro.El mamey lo hemos trabajado siempre acompa%u00f1ado de cultivos alternativos como el lim%u00f3n, la lima agria, el aguacate, maracuy%u00e1, hoja de pl%u00e1tano, incluso algunas hortalizas. Son cultivos de ciclo m%u00e1s cortos que ayudan a aprovechar la tierra mientras los %u00e1rboles de mamey maduran, se%u00f1ala Julio.T%u00e9cnica y tradici%u00f3nDetr%u00e1s del sabor perfecto del mamey hay t%u00e9cnica, paciencia y conocimiento. Uno de los aspectos m%u00e1s importantes en la producci%u00f3n es la propagaci%u00f3n adecuada del %u00e1rbol: Siempre recomendamos el injerto, pues cuando se reproduce por semilla, las caracter%u00edsticas del fruto se van degenerando y, para tener mameyes de calidad, se necesita control, apunta Julio.Esa atenci%u00f3n al detalle es lo que ha posicionado a Huertas Maga%u00f1a como l%u00edderes del mamey, pero m%u00e1s all%u00e1 del conocimiento t%u00e9cnico, lo que mueve a esta empresa es el trabajo en familia: Estamos involucrados todos; mis hermanos Marco y Carlos, y mi hermana Rub%u00ed, que est%u00e1 en el %u00e1rea de recursos humanos, cada quien tiene su responsabilidad, pero todos trabajamos con el mismo objetivo: hacer que Huertas Maga%u00f1a siga creciendo, dice con orgullo.Temporada a topeActualmente, Huertas Maga%u00f1a se encuentra en plena temporada de cosecha. De enero a junio, los %u00e1rboles dan su fruto con mayor intensidad, siendo abril, mayo y junio los meses pico.Estamos a tope, es mucho trabajo, pero tambi%u00e9n mucha satisfacci%u00f3n. El mamey es un fruto generoso y estamos listos para enviarlo a donde lo quieran disfrutar, concluye Julio.Desde Akil para el mundo, el mamey sigue escribiendo su historia con sabor yucateco. Y detr%u00e1s de cada fruta que cruza fronteras, est%u00e1 el esfuerzo de una familia, el legado de un pionero y el compromiso de un equipo que ha hecho del campo una verdadera empresa.En Rural MX celebramos estos proyectos que nacen de la tierra y llegan hasta los paladares m%u00e1s lejanos, sin perder el aroma del hogar ni el sabor de nuestras ra%u00edces.9