Mantienen una tradición que empezó hace más de 30 años con motivo del Día de Muerto y por la cual son reconocidas en el municipio.
CIUDAD OBREGÓN, Sonora. Año con año desde hace más de tres décadas, las familias Álvarez y Deyta Bojórquez, la primera sobre la calzada Francisco Villanueva en Ciudad Obregón y la otra a un costado del panteón de la comisaría de Cócorit, siembran diferentes tipos de flores para ofertar durante el Día de Muertos.
Caléndula de color amarillo, rosa, roja y naranja y mano pantera de color rosa fucsia o morada llenan de alegría a las personas que pasan por los sembradíos de estas familias.
Desde los integrantes más pequeños hasta los más grandes participan en la siembra y cuidado de las flores, actividad que para ellos se ha vuelto toda una tradición.
Francisco Javier Deyta Bojórquez comentó que a partir de julio inician los preparativos de la tierra para que antes de los primeros de noviembre las flores se encuentren listas, pues la planta tarda en crecer alrededor de tres meses.
Son tres cuartos de hectárea los que se siembran con las flores de temporada, mencionó, tratan de mantenerlo activo durante todo el año.
PARA LA FOTO
Las personas no sólo van a comprar flores, dijo, acuden diariamente decenas a tomarse fotos en la parcela.
También su sembradío se ha convertido en un espacio característico de Cócorit y lugar donde diversas especies de mariposas se alimentan, al igual que las abejas que se acercan a las plantas, dando un espectáculo y paisaje colorido.
«Lo hacemos con alegría, la gente ya nos conoce, ya sabe que aquí estamos, que cuando venga va a haber flores o se va a estar preparando algo, no queremos dejar morir esta tradición”, subrayó.
El plus que ofrecen, señaló, es que la flor es fresca y recién cortada y eso es lo que les gusta a sus clientes, quienes se acercan al sembradío antes de entrar al panteón y piden la cantidad que desean llevar.
LISTA Y RADIANTE
Al otro extremo de Cajeme, sobre la calzada Francisco Villanueva que lleva al Panteón del Carmen, mejor conocido como nuevo, al salir de la zona industrial, Paulo Álvarez Guerrero, platicó que desde 1992 siembran la flor mano pantera, siendo uno de los pocos productores que quedan de esta planta en el municipio.
Explicó que desde el mes de agosto siembran una hectárea de esta flor, la cual está lista y radiante para finales de octubre, cuando empiezan a cortarse los surcos para su distribución.
Comentó que cuando empieza a florecer, el campo se llena de visitantes, quienes aprovechan para tomarse fotos entre las coloridas flores.
De su sembradío distribuyen flores a comerciantes del Quiriego, Villa Juárez, Navojoa y las comunidades yaquis, destacó.
La gente ya nos identifica, por tantos años que tenemos en esta actividad, que es bonita y rentable, elegimos esta planta porque se adapta a las condiciones del clima, y aguanta el manejo de corte y venta”, puntualizó.
A lo largo de los años, dijo, ha visto como cada vez es menor la producción de flores en el Valle del Yaqui, por el clima, siendo menos de 5 hectáreas las que se destinan para mano pantera y caléndulas.
POR MAYRA ECHEVERRÍA. EL IMPARCIAL.
