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Flores Finas de Teya

Flores exóticas, verduras orgánicas y museo
¡La combinación perfecta!

Tal como si llegaras a la barra de golosinas en el cine y te ofrecen el combo 3×1, así sucede al destinar una mañana de visita a Flores Finas de Teya, a tan sólo unos metros de la famosa hacienda, se encuentra este vivero que nació gracias a su creador, el Ing. Fernando Poblano, quien continúa con el proyecto de la producción y venta de flores exóticas, macetas, tierra y todos los complementos que requiere el jardín. Además apoya en conocimiento y estudio a los alumnos de ciertos planteles que se interesan en los orgánicos y la floricultura, especialmente en ejemplares tan místicos y exuberantes como la orquídea, de la cual, se tiene la idea que requiere mucho cuidado, pero en realidad, no más que cualquier otra especie con sus respectivas condiciones.

Para dar lugar al esparcimiento, se encuentra el Museo Viviente de Orquídeas, con un estanque al centro que contiene peces y flora acuática, rodeado de especies que datan incluso de la era de los dinosaurios, y se exhiben naturalmente en un recorrido donde el guía explica las variedades. Al caer la noche del último viernes de cada mes, el estanque cobra vida con borbotones de agua alumbrada a colores, para ambientar una deliciosa cena acompañada de un saxofón, violines o trío. Un ambiente ideal para las parejas románticas que busquen un momento especial y con suerte, bajo la luz de la luna.

Slow Food: Entre el ideal y la realidad.
Es un movimiento que nace en Europa con la finalidad de alimentarse con vegetales y verduras libres de químicos, así como evitar el consumo de alimentos saturados de hormonas, grasas, azúcares y condimentos que favorecen la aparición de enfermedades como el cáncer, diabetes, desarrollo prematuro en las niñas, entre otras, es decir, es lo contrario al “Fast Food”.
En Hoctún se destinaron 6 mil metros cuadrados a cielo abierto donde antes se dedicaban a la floricultura; mil metros son de invernadero, el 90% corresponde a Horso.
En el vivero se destinaron espacios para producir verduras orgánicas con semillas silvestres que no han sido modificadas genéticamente.
Desde hace dos años, un proyecto vinculado con el Ciatej y el Instituto Tecnológico de Conkal, fue aprobado por el Conacyt, para lograr el registro de la marca Horso, con la tarea de introducir en Yucatán las verduras orgánicas y contrarrestar, en parte, las enfermedades crónico-degenerativas derivadas de alimentos contaminados.
Hoy día se producen 19 variedades de alimentos, la cultura orgánica es muy selectiva en el uso de insecticidas, fungicidas y fertilizantes. En México una certificación resulta muy costosa, pocas empresas cuentan con ella, sin embargo, se sigue un lineamiento. Las personas que compran estos productos no tienen la garantía que lo sea, ya que un producto de traspatio no es lo mismo que un producto orgánico.
En Flores Finas de Teya, la gente viene -principalmente extranjeros- y los niños cosechan, creándoles una conciencia y cercanía con la naturaleza.
Partiendo de un ideal, sería que se pudiera producir alimentos orgánicos para toda la población. La realidad, no es posible. Resultaría insuficiente producir tales cantidades. Los alimentos orgánicos están encaminados a un sector que pueda adquirirlos. Actualmente se comercializa a restaurantes y hoteles.

Otro punto de venta:
Mercado Sabatino Slow Food, a un costado del Cine Colón de 9 am a 1 pm Tel: 999 9880905 Cel: 999 3359723 / 999 3359703

Por Isabel Juárez

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