La palma de coco actualmente en Tabasco se encuentra olvidada, representa un gran futuro para la agroindustria pero los productores necesitan recursos que le ayuden a repoblar sus plantas, que por su vejez dejaron de producir. Pedro Rodríguez Reyes, presidente de CO. Corporativo S.A de C.V., conversa que Tabasco podría convertirse en una potencia productora de agua de coco y además darle valor agregado a la copra, si las autoridades le fijan una mayor atención al cultivo.
Una de las razones por las que la producción de copra descendió, es por el abandono de las tierras de campesinos que en años pasados se dedicaban a la siembra de palma de coco, algunos ante el boom petrolero prefirieron vender sus parcelas y emplearse en otras tareas.
Con los años, el sector coprero fue abandonado y las plantaciones se envejecieron y dejaron de producir las mismas cantidades, detalló que en los tiempos de bonanza había alrededor de 28 mil hectáreas de coco y ahora sólo quedan 10 mil hectáreas y eso que plantaciones viejas.
Las plantas que hoy sobreviven se encuentran establecidas en Centla, Nacajuca, Jalpa de Méndez, Comalcalco, Cárdenas y Paraíso, tienen de edad arriba de los 60 años cuando su promedio de edad para que produzca al 100 por ciento es de 40 años.
En los años 70 el cultivo de coco permitía mantener empleados a un sin número de campesinos, se tenía una producción anual de 35 mil toneladas pero ahora se desplomó a consecuencia de las plagas, la falta de recurso de las autoridades y el abandono al campo, detalló.
Actualmente una hectárea de coco reporta una producción de mil 500 toneladas, siendo una cantidad que no ayuda a la reactivación económica aún y cuando el producto tiene un amplio mercado y es un importante generador de empleos, señaló.
Para don Pedro es necesario que las autoridades volteen a mirar a los copreros, los cuales se encuentran dispuestos a trabajar e incluso a invertirle nuevamente a sus tierras si las autoridades le ofrecen su respaldo.
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